Podría
escribir largo y tendido sobre todo lo malo que dejó el 2013, pero seré
justa y realista y el balance que se equilibre como quiera:
Los tres deseos de siempre son salud, dinero y amor. El mes de enero me trajo dos de ellos y me permitio mantener al primero tal y como lo tenía. En los tiempos que corren, ya podía sentirme afortunada.
El mes de febrero me dejo con un sueño a medias que prefiero pensar, será porque haya algo mejor esperandome.
Marzo me quitó en breve tiempo y casi sin saberlo al tercer angel que ahora me cuída desde arriba.
En Junio pude vivir la ilusión suya de conseguir una meta tras un largo periodo de esfuerzo, y compartir con él, la satisfacción de alcanzar aquello que se creía tan lejano.
Julio volvió a permitirme recordar por qué cada día me dejo los codos y las pocas neuronas que me quedan en luchar por dedicarme a lo que me gusta, en una franja etaria de los 0-14 años. Me enseñó a ser dura cuando en verdad podía romperme en mil y a ser humana, muy humana, en cualquier sentido que quisiera darle.
Agosto me aportó un cuarto de siglo de recuerdos en mi cabeza y experiencias que jamás reviviré, rodeada de los mios.
Septiembre me permitió coger el impulso para sentarme de nuevo en la misma silla de estos ultimos años.
Y asi hasta diciembre, donde tuve que despedir a una gran guerrera entre aplausos por sus batallas ganadas y su retirada indefinida.
Tenía ganas de criticarte 2013, pero voy a darte las gracias, sobre todo, porque a día de hoy, y con los inconvenientes, imprevistos y las consecuencias que acarrean muchas de las cosas que nos han sucedido, me has permitido estar rodeada de los mios, que con sus mas y sus menos, siguen a mi lado y en pie (aunque algunos falten, tambien otros se han colado en nuestras vidas), me has permitido mantener la ilusion en ciertos aspectos de mi vida (aunque en estos tiempos sea algo casi imposible), me has permitido ser capaz de compartir con alguien otras parcelas de mi vida y sentirme feliz por poder hacerlo, y me has permitido, sobre todo, que hoy pueda contar cada una de estas cosas, lo que significa que me diste fuerza y tiempo para vivirlas.
Gracias 2013 por cada cosa aprendida.
Te estoy esperando 2014
Los tres deseos de siempre son salud, dinero y amor. El mes de enero me trajo dos de ellos y me permitio mantener al primero tal y como lo tenía. En los tiempos que corren, ya podía sentirme afortunada.
El mes de febrero me dejo con un sueño a medias que prefiero pensar, será porque haya algo mejor esperandome.
Marzo me quitó en breve tiempo y casi sin saberlo al tercer angel que ahora me cuída desde arriba.
En Junio pude vivir la ilusión suya de conseguir una meta tras un largo periodo de esfuerzo, y compartir con él, la satisfacción de alcanzar aquello que se creía tan lejano.
Julio volvió a permitirme recordar por qué cada día me dejo los codos y las pocas neuronas que me quedan en luchar por dedicarme a lo que me gusta, en una franja etaria de los 0-14 años. Me enseñó a ser dura cuando en verdad podía romperme en mil y a ser humana, muy humana, en cualquier sentido que quisiera darle.
Agosto me aportó un cuarto de siglo de recuerdos en mi cabeza y experiencias que jamás reviviré, rodeada de los mios.
Septiembre me permitió coger el impulso para sentarme de nuevo en la misma silla de estos ultimos años.
Y asi hasta diciembre, donde tuve que despedir a una gran guerrera entre aplausos por sus batallas ganadas y su retirada indefinida.
Tenía ganas de criticarte 2013, pero voy a darte las gracias, sobre todo, porque a día de hoy, y con los inconvenientes, imprevistos y las consecuencias que acarrean muchas de las cosas que nos han sucedido, me has permitido estar rodeada de los mios, que con sus mas y sus menos, siguen a mi lado y en pie (aunque algunos falten, tambien otros se han colado en nuestras vidas), me has permitido mantener la ilusion en ciertos aspectos de mi vida (aunque en estos tiempos sea algo casi imposible), me has permitido ser capaz de compartir con alguien otras parcelas de mi vida y sentirme feliz por poder hacerlo, y me has permitido, sobre todo, que hoy pueda contar cada una de estas cosas, lo que significa que me diste fuerza y tiempo para vivirlas.
Gracias 2013 por cada cosa aprendida.
Te estoy esperando 2014