Aquella estrella de allá, la que tiene esa extraña luz, nos ha guiado hasta aquí.
Con nuestros mas y nuestros menos. Con nuestros días buenos y los otros torcidos. Separados, con nuestras vidas patas arriba, pero juntos incluso cuando nadie lo entiende.
Supongo que son demasiados años sabiendo de nuestros puntos débiles y del pie que cogeamos; que hemos aprendido a llevar sin cargarnos (física ni emocionalmente) la relación de ayuda mutua pero distante que día a día y a nuestra manera, hemos ido construyendo.
Hermanos que aunque no son de sangre ni viven bajo el mismo techo, comparten todo lo demás.
Quizá hoy no sea tu día mas feliz, pues te toca crecer y eso nunca te gustó, pero es necesario que crezcas y te hagas mas fuerte para poder seguir siendo uno de los principales pilares de mi vida (papel que compartes con pocas pero importantes personas que rodean mi vida); de esos que llegado el momento si no estan, uno se queda un poco cojo y desequilibrado. Supongo que eres algo parecido a esa luz, esa estrella de allá, ese Peter Pan que toda Campanilla necesita de compañero de juegos.
Felicidades para tí. Felicidades para mí.
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