Menos mal que Diciembre llega para dar la oportunidad de reconciliarnos con el año que dejamos atrás. Siempre "vale mas lo malo conocido que lo bueno por conocer".
Al llegar esta época del año, amontonamos recuerdos, quedándonos con los buenos y desechando los malos... al menos, en teoría. Y tú, ¿eres capaz?
De todo se aprende.
Nadie llega a nuestra vida por casualidad y todo lo vivido son pistas para estar donde debemos estar, en el momento en el que se nos espera... aunque nosotros no sepamos ni verlo, ni valorarlo.
Menos mal que los sueños se cumplen cada cierto tiempo (algunos, deberemos seguir esperando un tiempo más, pero nos llegará).
Menos mal que las cuentas atrás acaban y, de repente, te ves allí. También hay otras que comienzan con toda su ilusión a cuestas.
Menos mal que este año me han abrazado, me he sentido querida y respetada. Me han cuidado, me han mimado y me han ayudado de la mejor manera que han podido.
He reído y llorado, dando a cada sonrisa y a cada lágrima su justa importancia. He superado barreras y he dejado atrás miedos, enfrentándome a otros que ni yo misma sabía que existían, y les he echado valor.
También he arreglado el mundo con los de siempre. Se ve que nunca nos cansamos de hacerlo o que no terminamos de dejarlo como nos gustaría...
Menos mal que las oportunidades no se acaban y que en verdad, somo nosotros los que las concedemos y he aprendido a ser mas benevolente conmigo y con los demás.
"Perdón" y "gracias" siguen teniendo intacto su valor y gracias a Dios, hay gente que sigue usándolas a diario.
Menos mal que esta Diciembre, para poner los puntos y a parte, donde simplemente hay un punto y seguido.