Dicen que cuando esa persona te llega, se sabe. Y también dicen que ni siquiera tienes que parar a preguntarte si lo es o no, porque si existe un momento en el que te es necesario hacerlo, significa que no lo es.
La pena es cuando te lo preguntas con personas que podrían ser maravillosas.
Pero tú, habiendo llegado de la nada, tan rápido y a la vez tan despacio, has hecho que no tenga que preguntármelo. Es que en la vida hay cosas simplemente que no se pueden explicar. Hay gente que le pasa intentando encontrar algo especial entre los 7.229.916.048 personas que hay en el mundo y luego estoy yo, que soy afortunada por haberte encontrado solo a tres calles de mí.
El simple hecho de pararme a pensar que existen, es capaz de convertir mi problema más grande en un ataque de risa.
Desde lo más profundo del corazón: gracias por existir
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