Siempre he pensado que cuando fuera a veros no debía llorar sino todo lo contrario:
Debía imaginar que estaríais durmiendo y que me visitaríais al alba, me abrazaríais con el viento, me besaríais con la lluvia y cantaríais para mi en silencio. Intento pensar que no os habéis ido.
Si pienso que ya no estáis, creo que sera cuando verdaderamente muráis.
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