Y le escogí a usted.
Sí, a usted.
Porque me di cuenta de que encontró mi punto débil,
y fue el único que descubrió la forma para calmar esta alma indomable.
Lo escogí porque me di cuenta que valía la pena, valía los riesgos...
y sobre todo,
valía la vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario