Triunfo

Hoy he venido a hablaros de un triunfo.

Se llama coraje y tiene los ojos caramelo. Dibuja puentes en los corazones malheridos para que puedan avanzar hacia el olvido. Es el arcoiris que abraza la lluvia tras una tormenta de verano. El beso cálido que da el finiquito al mes de enero. Caramelo en los ojos y en alma, que usa para querer sin medida y sin frenos. Y roja su sangre, su pasión y su carácter también. 

La única flor del jardín que no se marchita ni con los pisotones cobardes, porque ella se convierte en enredadera para trepar hasta donde haga falta y salir a flote. Seguir viva.

La vi una tarde y sentí que había vivido toda una vida de nueve meses, nadando con los ojos cerrados...

He venido a hablaros de un triunfo, el mio. Se llama mamá, y no existía hasta que lo inventaron exclusivamente para mí.