martes, 22 de noviembre de 2016
Migo
Migo es una de esas casualidades que forman mi vida.
Reconozco que sigo mordiendo los dientes fuerte cuando se pasea tan pancho entre mis pies y rodea mi pierna con su larga cola... y sin embargo, le miro y me sale una sonrisa.
Migo es de esos amigos que de repente llega sin avisar, surge una chispa de entendimiento y de forma libre, viene y va, pero siempre está ahí en los días tontos, y últimamente, no han sido pocos.
Creo que eso es lo que siempre ha hecho que me encante el campo, MI CAMPO, que es el lugar donde estando sola a la hora de jugar, fui descubriendo mis propias habilidades, y a entenderme con otros seres vivos...
Chusquy y Rusty formaron parte de mi vida el tiempo justo para saber que un perro es el verdadero amigo de una persona... pero cada una de las libélulas que vienen cada verano a sobrevolarme el biquini, Croqueto y Migo son ejemplos de los que han ocupado tardes de entretenimiento.
Supongo que esas son las cosas que hacen la diferencia entre tener una casa en el campo, y tener un hogar en el campo: cada recuerdo de tu vida que se aferra a ese lugar y todo lo que te ha aportado.
Migo es el ultimo en incorporarse a este hogar.
No hemos compartido muchas horas de juegos precisamente, pero si partimos de la base que me dan panico los gatos, haber logrado tocarle la cabeza ¡¡¡ ya es un paso inmenso !!!
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