sábado, 14 de julio de 2012
A veces, tambien duele
La eterna pregunta tirada al aire.
Aquella que cada vez que se puede, lanzas al aire a ver si te da la respuesta correcta.
Al principio era gracioso y hasta casi te enorgullecías de aquellos comentarios que se hacían, pues no eran mas que envidias en la que tu eras la protagonista. Cuando se va creciendo, te das cuenta de las absurdeces que existen en el mundo, y la ignorancia y la indiferencia se vuelven tus armas mas fuertes.
Pero cuando llevas con la misma carga a cuestas tanto tiempo, llega un momento, un punto que te colma el dichoso vasito, y estallas.
¿Se puede saber qué he hecho? porque lo que no hago ya lo sé, y a lo mejor es eso lo que debería cambiar (que no, no lo hare) pero me encantaria.
Los miedos de cada uno deberian comerselos cada cual, sin tener que ponercomo barrera a personas ajenas que no tienen nada que ver. Por supuesto, para eso, es necesario que cada cual establezca su escalera de prioridades y un escalafón.
Yo, por suerte o por desgracia, siempre supe quienes me tenían en consideracion (mayor o menor), y los besos y abrazos de consuelo, ya me van sirviendo de poco.
Si no fuera por vosotros...
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