- ¿Niño o niña?
- Da igual. Lo importante es, que venga bien
Es la frase hecha mas escuchada a partir de ese momento en el que dos minúsculas células se encuentran, se agarran y deciden fundirse en una sola cosa casi indetectable, que será lo mas grande que luego nunca nadie sepa explicar.
Vivimos en un mundo que creemos cada vez mas penoso, rodeado cada vez mas, de enfermedades penosas que a su vez, conllevan un mayor esfuerzo tecnico, mental, economico etc por conseguir superarlas. Pero eso es lo moderno, lo nuevo que de repente empieza a hacerse rutinario. El cáncer, en estos dias por ejemplo, es el objetivo de la mayoria de las investigaciones por su alta incidencia, casi desplazando al gran y temido SIDA.
Sin embargo cuando suena el telefono y te comunican tu nuevo destino, el caos de tu propio mundo empieza a ponerse en activo. Ya me dijeron que estaba equivocada. Que me alegraría y que aprendería mucho.
Cuanta razón
Lo que comencé llorando, ahora va apaciguandose para poder disfrutar (no sin nervios= de aquellos que me han enseñado que la indefensión, no es mas que las muchas o las pocas ganas que uno tenga por dentro. Que no es necesario ser un gigante para derrotar todos los males que uno pueda, sino que bastan unos escasos 800 gramos para vencer batallas.
Que no se necesita un corazon fuerte y potente para poder amar y ser amado como si no hubiera mañana, sino que a veces, un par de segundos de vida hacen que el flechazo sea instantaneo para el resto de una vida y que una pequeña bradicardia (de unos 50 lpm), ese bajoncito de corazón, hace que cualquier desconocido frente una jaula de cristal se ponga en alerta para alzarlo a lo mas alto.
Que no se tiene por qué nacer sabiendo, pues incluso lo que nos es innato, a veces ni si quiera está presente, y se aprende igualmente, incluso con mas ganas e impetu, y puede ser hasta mucho mas gratificante.
Que sin mediar una palabra, son tantas las cosas que pueden decirse, que el lenguaje no verbal, tantas veces estudiado, ahora tambien empieza a tener sentido.
Es la inmensa incredulidad de saber que igual que dos celulas se unen y deciden hacer el mal en el organismo de alguien, otras dos deciden darle a este, las suficentes alteraciones que lo lleven a sentir lo que nadie puede ser capaz de expresar a excepcion de poder snetirlo de veras.
Que igual que las primeras son capaces de quitar la vida, las ultimas son capaces de dar lugar a una, dos o incluso tres nuevas.
Por eso ahora da igual que sea niño o niña... eso es solo una cuestion de X o Y, sin embargo, que vengan bien es algo tan sumamente normal (y apetecible), que no se sabe lo que es lo contrario, hasta que se tiene en los brazos tres días sí, y tres días no.
Mis pequeños tormentos, no sabeis lo fuertes que sois, y lo que de mí, estais haciendo
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