¿Soy yo la
perdedora porque prefiero estar sola antes que estar con cualquiera? ¿O son las
demás, que salen con cualquiera para no tener que estar solas?
Quizá, “que
llegue” quiera decir eso, que no se busque a alguien que nos haga sentir
completas y que nos contentemos con el menos peor.
Yo se que mi soltería
tiene mas que ver comigo que con los tíos. Elijo hombres que en el fondo se que
no van a quererme o que no están disponibles a ese 100%, porque en el fondo me
asista mucho terminar como la mayoría de las chicas que conozco: creyendo que
mi pareja duerme en casa de un colega porque estaba demasiado borracho como
para coger el coche y volverse a su casa y vernos a la llegada; o dándole su
plena libertad de salir con sus amigos durante las noches que desee, porque es
necesario que las parejas sean liberales para que todo funcione bien.
Yo creía que
las parejas eran dos porque cuando estaban juntas se sentían mucho más completas
y sentían que podían compartir la mayoría de las cosas. Vivir de forma
individual, es incompatible con vivir en pareja.
Entonces,
antes de estar en esa situación, antes de tener que elegir entre romper una relación
o hacerme la loca, antes de que me hieran , me desilusionen, me arruinen lo que
me quede de juventud y me dejen amargada el tiempo que sea, elijo a los que se
que no van a durar demasiado.
Así me quedo cómoda
y protegida. Al menos, nadie me lastima en serio.
Entonces
ellos dos (un oso de peluche, creyente del amor eterno, y un chulito de
discoteca, con corazón inmenso) me hacían siempre la misma pregunta: ¿Por qué tienes que hacerlo todo tan
complicado? Y la respuesta siempre era la misma:
- Porque yo quiero
alguien que se muera por mi, que no soporte estar con otra persona, que me
mejore y sea mejor porque está conmigo. Eso quiero o al menos eso quise
siempre, y no quiero conformarme con menos. Y si no va a ser así, prefiero
quedarme sola, ser madre soltera, tener un perro labrador al que llamar Leo y
cuando sea abuela, tener una pequeña granja a las afueras de la ciudad.
-
No tienes remedio
-
No sé de qué os
sorprendéis a estas alturas…