sábado, 1 de marzo de 2014

Está claro...



Lo que está claro es que somos menos importantes de lo que a veces nos creemos, que nuestro pequeño universo se construye de cosas insignificantes que forman una existencia especial y unica: la gente que te rodea, un mensaje de amor por la mañana temprano nada mas despertarte, el beso de papá al irse a trabajar o ese pantalón roto y rasgado que aunque no te lo pones por indecente, te niegas a tirar por cada recuerdo y el valor simbólico que le has dado.

Eso es lo que al fin y al cabo somos, no la imagen que los demás tienen de tí, ni lo que se presupone que debes ser.

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