jueves, 20 de diciembre de 2012

Érase ... I



Blanca como cualquier luz que alumbra el camino adecuado, inocente como solo un alma de ángel lo es, sin maldad, sin comerlo, sin beberlo, y sin merecerlo.

La princesa pintaba su mundo de rosa y vivía entre las mas bonitas flores de la primavera, los rayos de luz mas cálidos del verano, las gotas de agua mas brillantes del invierno y las nubes mas esponjosas de otoño. 

Vivía rodeada de amor y de luz.

Pero el destino quiso que en su vida, empezara a luchar desde pronto por ver siempre la claridad del día, antes que las tinieblas de la noche.
Cualquier conjuro que pudiera haberla maldito, le privó de los colores que rodeaban su vida para pintarlo todo de la ténebre oscuridad. Difuminó las caras felices de los de su alrededor, para convertirlos en simples bultos con voces que los diferenciaban, y su mundo quedó monótono, triste y apagado.
Distintas brujas y encantadores fueron visitados por sus padres, pero ninguno dio con el remedio adecuado a tal maldición; sólo quedaba una opción: El Chamán.
Se encontraba en aquellas tierras reconocidas por toda la humanidad por tener las flores y plantas mas raras y bonitas que pudieran adornar cualquier patio o calle de una ciudad... quizá por eso vivía alli el Chamán, para poder acceder a cada uno de sus ingredientes y tras sus curas, proporcionar la primera de las visiones mas encantadoras y coloridas. 
Pero encontrarle sería complicado. Muchas personas andaban de peregrinaje hacia su casa con sus penas y malurias, esperando como agua de mayo, un remedio contra lo que les afligía.

Tu no cuentas con enanitos de cuento que hagan tu viaje mas ameno, pero sí con gigantes que te guardan y protegen de tu gran pequeñez. Gigantes que han quedado tan pequeños, como grande te has tenido que hacer tú al descubrir que la única es la que está en tu propia persona junto con la paciencia, el trabajo y el tiempo. 
Una extraña criatura se ha adueñado de tus imagenes mas bellas para coleccionarlas en su album de fotos, pero es vaga, muy vaga, y no ha querido pedirtelas prestadas ni compartidas, decidiendo que sea otra criatura la que las robe y se las ofrezca. Los cazadores solo han sido capaces de apresar a esta segunda, la criatura trabajadora; y la han atado con fuertes cuerdas y riendas para que no escape y pueda entregar ninguna de tus bonitas imagenes, por eso ahora son tan feas, tan borrosas y tan negras. 
Segun el Chaman, solo tu podras recuperar de nuevo las bellas imagenes de tu alrededor, las caras nitidas de los que te rodean y cada color que te sonríe. Solo tu tendras que aprender a deshacerte del miedo de la noche, de lo inseguro de tus pasos y de lo vergonzoso de la situación. Pero recuerda que como en todo cuento, hay un reloj de arena que ha comenzado a contar tu tiempo. No puedes buscar eternamente las imagenes, debes ser rapida, muy rapida. Tienes treinta días para encontrar la primera de las mas importante imagenes: la apertura correcta de una e. Ahora no lo entienedes pero es muy importante que la encuentres.

No te agobies. No llores. No tengas miedo. O bueno sí, tenlo, el miedo a veces es bueno, y los gigantes también lo tenemos, pero recuerda que el miedo debes acompañarlo de ilusion, fe y esperanza. No pasa nada, porque no estás sola. A tu lado van andando gigantes pequeños que van a ayudarte en todo lo que esté en sus manos. Van a guiarte por el camino correcto, van a salvarte de cualquier obstaculo que pueda hacerte caer, van a animarte cuando lo veas todo complicado y a calmarte cuando desesperes por la situacion. 

Recuerda que no estas sola, pero la imagen, debes encontrarla solo tú.

A partir de hoy tienes tu primera batalla abierta y una unica misión como "la pequeña piratita"

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