Cuando uno
vuelve a la carga retomando lo que había dejado apartado en un rincón de la
mesa, siente que a pesar de haber pasado unos cuantos meses, su vida ha
retornado al mismo punto de partida de lo que vienen siendo ya tres largos años. Pero lejos de encontrar la
desesperanza o lo depresivo de la situación, una saca su mayor sonrisa por
motivos tan simples como un tanto por ciento: + 70%
Cuando lo
gris de la situación acecha (porque tampoco vamos a ponernos en lo peor),
entonces basta girar 90ª la cabeza, y una simple imagen te hace recordar que al
lado de tu sueño, tus noches sin dormir y tus dolores de cabeza y estómago hay
muchos seres que te quieren y no te abandonan en tu camino porque
incondicionalmente creen en ti.
Entonces es
cuando vuelvo a retornar esos 90º y sobre los miles de nombres que nunca
entendí y acabé cogiéndoles coraje, decido combatirlos en la que será mi última
batalla y la definitiva.
Creer en los finales felices a veces es
enriquecedor
No hay comentarios:
Publicar un comentario