sábado, 15 de septiembre de 2012

Escepticismo





Hay cosas que no se creen si no son vistas, e incluso habiéndolas visto, resultan demasiado incoherentes.

A lo mejor viste como ayer se derramaban ciertos recuerdos de mis ojos y mis pensamientos y decidiste mandarla para consolarme o incluso puede que venir tu mismo. Papá me avisó de que tenía visita.

Había cambiado el lugar de encuentro que siempre era neutral y coincidente con mis únicos momentos de desconexión con el mundo real y la tierra que piso. El lugar perfecto donde me quedo a andar por las nubes y donde tu me acompañas en mis sueños o en mis pensamientos inalcanzables. Ayer no. Ayer asomabas por una ventana que me da luz a mi derecha en esa habitación sin un espacio cerrado que agobie y con la suficiente altura para creerme que estoy en las nubes y que soy guerrera de mis propios sueños. Supongo que tu ayer serias mi aliado, y ella el aliento que presta un alma. Aunque no sepa cual es. Pero un alma sincera que nunca abandona. Ni en los peores momentos o en los mas delicados. Una gran compañera.

¿Fuiste tu? ¿Fuiste tu el que decidiste venir a verme?
Seas quien seas, sabido/a de mi gran amor a ellas, gracias por reducirles su vuelo para incluso llegar a fotografiarlas y demostrarme a mi misma que su existencia y compañía no es otro sueño de verano mas, de cuando paseo por mis nubes infinitas.

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