No hace falta
que cierre los ojos para acordarme de aquellas lágrimas de San Lorenzo con la
manta rodeándome por completo (sí, en pleno Agosto) y la escarcha dejándome
postrada cada vez mas en mi hamaca. El frío contra la ilusión; y el sueño
contra los deseos. Curioso que nombremos de la misma manera las cosas que
anhelamos conseguir y el estado que nos deja aletargados y nos impide seguir moviéndonos
en dirección a lo tan querido… supongo que darse altos en el camino es tan
necesario como seguir andándolo.
Nunca me he
parado a pensar sobre ellas pero hace poco las soñé y si las soñé debió ser por
algo.
Dicen que
cumplen los deseos de la gente, que si cierras los ojos y pedir fervientemente
aquello que más quieres lo cumplen, pero debe ser antes de que desaparezcan. A mí
nunca me da tiempo, siempre me quedo embelesada viéndolas pasar y después
recuerdo el dicho. Supongo que por eso siempre pido lo mismo, para que si a una
de ellas le alcanza alguna palabra, las demás puedan ir recogiendo el resto. quizás
también por eso nunca se me cumplen mis deseos, o suceden cosas contrarias a lo
que quería o incluso otras que nada tenían que ver. Pero no se lo reprocho ni
me enfado, como le explicaba a ella, tan pequeña, las estrellas fugaces son las
almas del cielo que durante varios días se arman de valor, fuerza y ganas para
salir corriendo a hacer realidad sus deseos, y que la estela que dejan a su
paso no es mas que el polvo de arena que sacuden de las zancadas tan grandes
que dan, y como añadió ella, que lo hacen en la noche cuando todos están en
casa, para que todos tengan la oportunidad de salir a mandar su deseo. Por eso
se les piden los deseos y sueños mas grandes que tenemos, por eso siempre
esperamos ver pasar a alguna cualquier noche, para mandar con ellas el deseo
que queremos ver cumplido y para el cual, quizás nos falte fuerza, conocimiento
o voluntad, y de esa manera aprovechar su impulso que se nos refleje de alguna
manera en nosotros mismos.
Suelen decir
que cuando uno desea algo, todo el
universo conspira a tu alrededor para que se cumpla, quizás, este sea el
por qué a esa frase.
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