domingo, 27 de mayo de 2012

Oir y no escuchar



No por hablar el mismo idioma estamos obligados a entendernos.

Dicen que en la comunicación no verbal, la mirada es el factor comunicativo mas expresivo; quizás por eso evitabas fijar tus ojos en los mios, tan transparentes, tan verdaderos, tan seguros y firmes, que eran capaces de retar la sequedad de su retina, sin parpadear, sólo para que vieras que nada de lo que oias sin escuchar, era mentira.
Tampoco es que quisieras hacerlo. No te interesaba volver a escuchar lo que te desmoronó, pero sabías que era algo que podías usar en ventaja para conseguir tus propósitos, aunque eso supusiera mentirme. 
Verme a cualquier costo. 
Seguir con tus planes y tus historias infinitas, en una realidad amoldada a tus sueños.
Las mentiras no son mas que las verdades de lo que imaginamos con toda nuestra fuerza, y la imaginacion, no esta suscrita a nada, solo a uno mismo, y en cada mente, se cuecen mundos diferentes.
Tu mundo. El mío. Distintos. Me obligaste a abandonar algo que nunca existió, mientras tu te empeñas en crearlo y luchar por protegerlo.

¿Cómo te exlico que estás construyendo la nada? ¿Cómo te convenzo de que todo es producto de tu imaginación? Que te vas a hacer daño obligándote a caer en un sendero de algodón, sólo porque no quieres aceptar mas que tu realidad.

Que no hay mas... que el que no quiere...

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