Algún día, todo tendrá sentido.
Asi que, por ahora, reiré ante esta confusión de la mayor crónica anunciada.
Sonreiré a través de las lágrimas y seguiré recordando que todo pasa por alguna razón, al igual que algunas cosas no pasan por algun otro motivo.
Mi desesperación es no saber esos por qués.
Mi meta, que la paciencia, el ánimo y el orgullo me alcancen para descubrirlos.
Quizás sea bonito algún día, pero mientras tendré que seguir diciendo que esto cuesta sangre, sudor y lágrimas, sobre todo lágrimas.
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