viernes, 28 de febrero de 2014

Dejá vù II


¿Con qué se cura el dolorcito que a uno se le queda después de someterse a la mas cruel autocrítica?


"Tenía ganas de sentarme en la acera y ponerme a llorar. Como cuando a uno se le olvidan las llaves de su casa y permanece durante media hora o una hora sin que nadie aparezca, ningún vecino, nadie, y está uno allí, a la puerta, deseando como nunca la cama, la tranquilidad y la luz conocida. Y está uno cerca, pero no puede llegar, y recuerda dónde están los interruptores y el hueco que se forma en la almohada después de haber dormido y el leve descuadre del cuadro en la pared y cómo dejé sobre la mesa la botella de agua medio vacía de esperanza y medio llena de ilusiones. Y no puede llegar a todo eso, de lo que sólo una puerta lo separa. Pero no tienes la llave. Se ha olvidado la llave. O se ha perdido la llave. Y es preciso que otro venga a abrirnos. Y no viene. Y le anhelamos esperando contra casi toda esperanza, en medio de la noche tan grande. Y no viene. Y quizá no venga nunca. Y tendremos que esperar que alguien salga, con el alba, si es que no se han ido todos" 

martes, 25 de febrero de 2014

Dejá vù I


Algún día, todo tendrá sentido.
Asi que, por ahora, reiré ante esta confusión de la mayor crónica anunciada.
Sonreiré a través de las lágrimas y seguiré recordando que todo pasa por alguna razón, al igual que algunas cosas no pasan por algun otro motivo.
Mi desesperación es no saber esos por qués.
Mi meta, que la paciencia, el ánimo y el orgullo me alcancen para descubrirlos.
Quizás sea bonito algún día, pero mientras tendré que seguir diciendo que esto cuesta sangre, sudor y lágrimas, sobre todo lágrimas. 

lunes, 24 de febrero de 2014

Dejá vù





El distraído tropezó con ella.
El violento la utilizó como proyectil.
El emprendedor construyó con ella.
El campesino la utilizó como asiento.
Para los niños fue un jueguete.
David mató a Goliat y Miguel Angel le sacó la mas bella estructura...

En todos los casos, la diferencia no estuvo en la piedra, sino en el hombre. 
No existe piedra en el camino que no se pueda aprovechar para el propio crecimiento.

Vamos a partir de esta base. De nuevo. Una vez más. 
Vamos a contar la historia del ir mas allá cuando en verdad se quiere parar.

Quizás, son los pequeños mensajes que encuentras sin querer queriendo los que te hacen cambiar de pensamiento y volver a la carga. Pero eso y como todo: QUIZÁS...

viernes, 21 de febrero de 2014

Punto final : Reinicie


Ahora me acuerdo, y no precisamente con agrado, de los días en los que gritaba en silencio "el día que sea mayor... todo será más fácil" y en la cara opuesta de la moneda recuerdo la frase de papá: "bienvenida al mundo de los mayores"
El caso es no estar nunca contento con lo que se tiene.
Lo cierto es, que ahora que soy algo mas mayor que por aquel entonces, preferiría retroceder un poco y volver a disgustarme por no ser la niña con mas barbies en el cole, o con el pelo más largo. Por no ser la que lleva las zapatillas de moda o las uñas pintadas, y seguir destacando por ser simplemente la niña de los vestiditos y los lacitos, que siempre llevaba los deberes hechos a clase y sacaba buenas notas. 

Ahora, la parte mas dificl de mi vida es decidir
Bendito verbo y sus consecuencias: decidir. Quedarte o irte, A o B, cara o cruz... lo malo conocido o lo bueno por conocer, una cosa a solas o varias a la vez, alejarte o intentarlo una vez más.

Cuando una se enfrenta a lo desconocido, llega a la conclusión de que la ignorancia a veces es la felicidad y las barreras se saltan conforme llegan, no las esperas, no las sabes, no tienes tiempo a programar cada una de tus posibles respuestas a cada uno de ellos; pero aquí no sé ya si jugamos con ventaja o con todo lo contrario. Ya se sabe lo que es, ya se han probado todas las cartas, no quedan ases en las mangas ni trozos de tela verde que buscar. Se saben las barreras y se han intentado programar todas las posibles respuestas y las no tan posibles... resultado final: inicio de nuevo.

Quema. Frustra. Mata poco a poco la moral.

Además, opinar es gratis y está mas que permitido, pero vivirlo es otra cosa. 

Duele cuando creen que has tirado la toalla, cuando creen que te has rendido y que tiras pro la borda lo mucho o poco conseguido hasta ahora. Yo no quiero olvidarme de nada ni dar la espalda a los sueños, solo pretendía coger un camino paralelo, con otras piedras, con otras barreras, y otros agujeros negros, que a pesar de que puedan doler lo mismo, me permitan sorprenderme de ellos al menos, y no tener que encariñarme con las heridas que causan el mismo camino de rosas y espinas que tanto llevo recorriendo. No. No quiero tirar la toalla, quiero reponerme de este viaje que ya se va alargando demasiado en el tiempo y que a minado esa armadura-podelo-todo con la que me recubría en mi vida.
Es reponer fuerzas y buscar otras ilusiones que den "puntos de vida" como en los videojuegos, y que permitan ganar vidas... vida. 
No es apostar por lo fácil como aquel "tramposo" que se coge atajos para ganar... es recuperar las ganas de luchar por algo en lo que se te ha ido la vida... por no decir que la salud. Es poder coger el aire suficiente para soplarle a cualquier imprevisto que surja con fuerza. Es recuperar la confianza que ya no tengo en mí misma, y que sé que los demás tratais de depositarla en mí a base de ánimos y palabras de aliento que en este momento mas que causar ese esfuerzo, suponen mas una carga emocional y presión que mi pequeño orgullo ya no es capaz de soportar. 

Cuando uno entra en el mundo de los mayores (no sé exactamente cuándo, la verdad), la única lección que tienes que parender es a tomar decisiones y ser consecuente con ellas. 
Yo tengo clara la mía, pero no me siento con fuerzas de lidiar batallas como aquella vez. No tengo diecisiete años, las hormonas revolucionadas y el desafío de quedarme por encima de un grupo de adultos; mas bien tengo la edad suficiente para empezar a plantearte la vida hacia otras metas (y no solo las fiestas jueves-viernes-sabados-domingos-martes y sin hora), las hormonas intentando regularse y las neuronas reponiendose de matanzas previstas y mi único desafío es recuperar la confianza en mi misma y entonces lograr algo. 
Ya no me basta la conciencia tranquila, ni el poder dormir por las noches (porque por suerte o desgracia, hace mucho que no sé lo que es dormir una noche seguida...)

Si se me da algo de tranquilidad, yo puedo intentar volver a comerme el mundo. 
Sólo silencio. Un silencio en todos los aspectos. Equivocarme sola o ganar sola. Me basta con que esten ahí los justos y necesarios, presentes, no necesito palabras de ningun tipo. 

Solo un poco de aliento.

martes, 18 de febrero de 2014

Quiero verte a la luz


Somos todos esclavos de nuestro personaje, creado primeramente por la familia, segundo por la sociedad y tercero por la cultura. 
El camino de la transformacion es liberarse de la esclavitud.

Detras de nuestras mil máscaras, somos auténticos.

lunes, 17 de febrero de 2014

The fianceé XIII


Aprovecho para decirte que lo recuerdo perfectamente:
Los principios no son un día concreto, sino ese tiempo que uno cree suficiente como para sentirse algo mas estable en medio de tanta agua pantanosa.

- ¿Te enamorarías de mí? ¡Podría ser tu marido de verdad-
... en mi mente corrían ideas de aquí para allá. Sabía la respuesta, pero no encontraba las palabras. Mi boca no se abría, hasta que finalmente respondí:
- Nosotros no elegimos de quién enamorarnos -con un gesto un poco Irónico y duro-.
-Pero sí decidimos a quién darle la oportunidad.

... y sigues sumando puntos

sábado, 15 de febrero de 2014

Un día cualquiera...


Y me enamoré como se enamoran todas las mujeres inteligentes:
 ... como una idiota ... 

viernes, 14 de febrero de 2014

Felices taitantos


Espero que no te olvides del día que nos conocimos, ni del primer momento en que me hablaste. 
No te olvides de todas esas cosas que me hacen reir, ni de los días en que estaba triste y tu me consolaste. 
No te olvides de todas nuestras peleas y reconicliaciones, de mi genio y mi orgullo, ni de los tuyos también. 
No te olvides del primer te quiero que me dijiste y por supuesto de cuando yo aprendí a decirtelo. 
No te olvides de aquellas madrugadas que pasábamos hablando y de lo mucho que te extrañé cuando estuve lejos. 

No te olvides de que te quiero y que siempre te querré.

jueves, 6 de febrero de 2014

Sigue la cuenta atrás...


Es parecido a la tranquilidad que se siente cuando vas siguiendo un algoritmo según unos pasos y llegas al siguiente donde tienes dos opciones: la que a todo el mundo le gusta y querría, y ese plan B que bueno, no es tan genial, pero no es tan mala opción.
Febrero ha dado comienzo a esos esperados días en los que querías hacer tantas cosas y que ahora te parecen tran estresantes como aquellos en los que una única cosa te ocupaba las 24 horas del día.
Esperar. Odio esperar de brazos cruzados. 
Pero esta vez es una espera diferente, no sé. 
No me agobia, no me ahoga. Espero lo mejor casi con un pie puesto en el plan B. Es una serenidad que vuela en esperanza y pisa en la derrota. Es muy dificil de explicar.
Lo único que creo que me salva de mi ahogo es ese plan paralelo que he pensado en mis diminutos minutos de tiempo libre y que me queda la tranquilidad de lejos de ser la opcion de la derrota, haberla expuesto y aceptado por mí misma como un rumbo paralelo hacia una misma meta, y que ellos, que a fin de cuentas son lo que mas me importaban, lo hayan entendido asi tambien.

Nunca me gustaron las esperas. Nunca me gustaron las dudas. Nunca hasta hace poco, entendí que la ignorancia a veces, sí que es la felicidad.

domingo, 2 de febrero de 2014

Un, Dos, Tres, Respira otra vez !



Y una vez que la tormeta termina, no se recuerda cómo lo lograste ni cómo sobreviviste. 
Ni siquiera estás seguro si la tormenta ha terminado realmente.
Pero una cosa sí es segura: cuando sales de esa tormenta, no eres la misma persona que entró en ella. 

Supongo que de eso tratan todas las tormentas, de devolverte el aire entre tanto ahogo.