viernes, 17 de agosto de 2012

Desparramados





En verdad, es mas que una perla… Son de esas energías especiales de las que ya me hablaron, esas que se deben encontrar. Peras como almas, que finalmente se funden con la tuya propia.
Con el tiempo, algunas perlas pasan a ser diamantes. Esto ocurre cada ochenta o noventa perlas. Un diamante, para entendernos, es una de esas personas que se hace tan básica e importante en tu vida que parece creada a la medida perfecta del papel que realiza en tu vida y solo para tu ida.

A esos diamantes se les llama los desparramados

Dicen las lenguas (no se si malas o buenas), que al crearnos, nos desparraman a cada uno de nosotros y a tres mas a la vez por todo el mundo, para que con el tiempo vayas encontrando a esos cuatro.
Uno será tu amigo fiel, ese que estará destinado a convertirse en diamante de tu vida sin ni siquiera saberlo; otro será el amor de tu vida, esa media naranja que a veces creemos que anda haciendo zumitos con las mandarinas equivocadas, y cuando llegué, será tu perla; el tercero y ultimo será aquella persona que te haga caer a lo mas hondo, esa persona que confundirás con el diamante de tu vida y no tardarás en descubrir que no era ella, será quien te decepcione y te haga mas daño, pero será importante, tanto como los demás, por el mero hecho de que será el culpable de que te hagas mas fuerte, crezcas y madures.

Lo que pase cuando se encuentren a los 3 diamantes no lo sé, pero seguro que ocurre algo. Yo ya encontré al primero y al tercero, y quizás el segundo este de parranda con sus mandarinas… pero lo que si es cierto es que al primero de ellos, solo le deseo tanto brillo y dureza como es de verdad un diamante.

Felicidades.

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