Es como si el sol hubiera decidido salir solo por mí. Como si hubiera decidido que cada uno de sus rayos tenía que iluminar cada una de las caras tristes disfrazadas que durante una año han venido rondándome. Era como si necesitara, él también, darnos una tregua entre tanta tormenta y tormento interior. Como si se hubiera despertado al alba, con el grito de: ¡ya toca!
No se habían colocado las calles aún, cuando a mi dia, el destino, habia querido ir torciendolo hacia la suerte. Mi despertador sonó a su hora, pero mis pies decidieron tocar suelo veintidos minutos mas tarde, lo cual, asombrosamente, no fue inconveniente para llegar a tiempo a las 8:3O andando allí, a aquel lugar que me atrapa entre cinco y nueve horas al día de nuevo, para hacer en condiciones y lograr, aquello que el destino no me había tenído preparado para este momento, gustándole dejarme con toda la miel en los labios... supongo que será, porque tanto él como yo, nos conocemos, y sabemos que "los puntos de caramelo" solo son el resultado óptimo de quemar lo dulce, y yo, tenia ambas cosas a niveles insospechados.
No contenta con eso, no eran las diez de la mañana cuando mi móvil vibraba, y su eco me lo confirmaba en aquella sala casi abandonada, que escuché su voz; sus palabras mágicas fueron claras, concisas, contundentes, sin demasiados aspamientos, y lo suficientemente controladas en cuanto a emoción, pero eso daba igual, lo importante era el mensaje:
Se acabaó; se fué del todo y todo volverá a ser como antes
... el resto de argumentos, de adornos, de explicaciones y narrativa, daba igual. Bastaba con poner la cara de escuchar atentamente mientras te hablaban, pero en mi cabeza solo sonaba y se repetia ¡se acabó, se acabó, se acabó!
El resto fue tan fácil como dejarse llevar.
Contarselo a los que sabías se alegrarían de veras (una tía con la que no comparto sangre, pero se arrancaría la piel por nosotros, los amigos que sin verse, siempre están, la vecina de las afueras, y los familiares a kilometros de distancia, que estan a tu lado; siempre fui de las que pensaba que las notiias malas volaban tanto, que uno siepre se enteraba, las buenas, si dependían de mí, serían igual o incluso mas rapidas), y dejar volar la imaginacion y el pensamiento de forma LIBRE, abrir las jaulas de las mil pregntas con respuesta multiple que por tantos sitios me habín tenido amarrada... libre de pensamiento. Y allí, al fondo de la cuestecita que cada día subo a regañadientes, estaban ellos, esperándome como si fuera mi primer día de cole, y como regalo, un abrazo y la tranquilidad en personas.
Sentarme al aire libre, respirando esta vez de verdad,sin miedo a los ahogos arraigados dentro del pecho, guadados bajo sumario para que nadie los descubriese. Respirar tranquilidad. Y el Sol. Cerrar los ojos frente a ese sol de justicia que nos devolvía el color a nuestros rostros, que ya estaban demasiado pálidos, portadores de una constriccion total, presos de la helada y fría situación.
Cerrar los ojos. Sol en la cara. Tranquilidad
Llegar a casa, y ver que en aquel sitio donde te dejas sudor y esfuerzo casi a diario, creyendo que nadie lo tiene en cuenta, han decidido incorporarte a lo exclusivo de una familia estructurada llamada Volans Danza, para que igual que he sufrido sus largas horas de ensayo, esfuerzos y alti-bajos, también disfrute de las risas y el regalo que es tener entre las manos un resultado exitoso de un trabajo bien hecho en equipo; además de la proposición (aun sin concretar), pero mas que aceptada, de formar parte de ese proyecto tan especial como lo es Pec's: niños, danza, ayuda, sueños e ilusión, siempre fueron los ingredientes necesarios para que algo me enganchara en cuerpo y alma.
Asi que tan tranquila, era necesario escribirte mi carta de despedida:
De tí, individuo, no podré despedirme eternamente, pues desde pequeña me dijeron que nada era para siempre, pero permiteme confesarte, que no tienes idea de lo que se siente al pasar la prueba del algodón, y ver que no queda ni rastro de tí. Nada bajo la alfonmbra, nada en el cuarto de los trastos, nada en el pasillo, ni siquiera en el rinconcito del armario. Nada. Ya no estás.
Ojalá pudiera haberte matado con mis propias manos, al menos hubiera descargado en ello, la rabia que aun siento por haberte presentado aqui, en mi casa, y bajo su pecho. Por haber elegido el momento que YO había decidido que sería el perfecto para recordar durante el resto de mi vida, como el mejor de ella. Por haberme hecho derramar las lagrimas suficientes como para pensar y plantearme, que quizas, no esté preparada para tantas cosas de las que me creía capaz. Pero sobre, todo, matarte con mis propias manos, me hubiera ayudado a acabar con una minim parte de sufrimiento que puedas estar causandole ahora mismo a alguna nueva persona, al llegar como nuevo habitante a su vida.
A lo mejor es por eso, que 23 años después, y teiendo muy claro que ME GUSTA LO QUE SOY, tu me has despertado de nuevo aquella ilusión de niña que decía, que sería Médica. A lo mejor siendolo, hubiera podido matarte con mis propias manos. Pero lo cieto es que ahora da igual, porque hoy he celebrado que despues de grandes batallas y guerras,
Tú, ya no estás