Dicen que los fantasmas se nos escapan por la garganta cuando nos reímos.
Dicen también que se oxigenan las penas, como si las metiéramos en la lavadora y todo lo triste saliera bello, reluciente y limpio.
Dicen muchas cosas sobre la gente que te hace reír por dentro, y absolutamente todas, son ciertas.
Gracias por tantas:
sin pedir cuentas, sin poner peros.
Gracias por ser uno mas de la familia:
de los que siempre están,
aunque poco se vean.
Gracias por ser tu
ese hermano
que nunca tuve
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