miércoles, 24 de septiembre de 2014

Cosas incomprensibles


Los amigos, los buenos amigos, los incondicionales... no te abandonan nunca. 
Da igual las manías que tengas o lo que te tengan que aguantar (también te tocará aguantar a ti lo suyo).

Los buenos amigos están en nuestras vidas siempre, sin faltar, para darnos un abrazo cuando hace falta, para animarnos cuando no dejamos de llorar, para sacarnos a la calle cuando nos queremos quedar encerrados, incluso para echarnos alguna pequeña bronquilla cuando algo de lo que hacemos nos está haciendo daño, y no lo vemos por nosotros mismos.
 
Los que somos amigos, compartimos cosas que nunca vamos a poder tener en otro sitio. 
Los secretos más inconfesables, la comprensión de quien te conoce, el apoyo incondicional y los sentimientos que compartes con tus amigos... no se comparten con nadie más. 
Cuántos momentos vividos, cuántos desencuentros también, cuántas cosas nos habíamos contado, incluso cosas que nadie más sabe, cuántas lágrimas compartidas, cuántas risas atronadoras.
 Creo que nunca habría podido ser la misma persona sin mis amigos,tanto los que se fueron pero dejaron algo en mi en su momento, y los que permanecen y permanecerán toda mi vida.

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