martes, 31 de diciembre de 2013

A tí, 2O13



Podría escribir largo y tendido sobre todo lo malo que dejó el 2013, pero seré justa y realista y el balance que se equilibre como quiera:
Los tres deseos de siempre son salud, dinero y amor. El mes de enero me trajo dos de ellos y me permitio mantener al primero tal y como lo tenía. En los tiempos que corren, ya podía sentirme afortunada.
El mes de febrero me dejo con un sueño a medias que prefiero pensar, será porque haya algo mejor esperandome.
Marzo me quitó en breve tiempo y casi sin saberlo al tercer angel que ahora me cuída desde arriba.
En Junio pude vivir la ilusión suya de conseguir una meta tras un largo periodo de esfuerzo, y compartir con él, la satisfacción de alcanzar aquello que se creía tan lejano.
Julio volvió a permitirme recordar por qué cada día me dejo los codos y las pocas neuronas que me quedan en luchar por dedicarme a lo que me gusta, en una franja etaria de los 0-14 años. Me enseñó a ser dura cuando en verdad podía romperme en mil y a ser humana, muy humana, en cualquier sentido que quisiera darle.
Agosto me aportó un cuarto de siglo de recuerdos en mi cabeza y experiencias que jamás reviviré, rodeada de los mios.
Septiembre me permitió coger el impulso para sentarme de nuevo en la misma silla de estos ultimos años.
Y asi hasta diciembre, donde tuve que despedir a una gran guerrera entre aplausos por sus batallas ganadas y su retirada indefinida.

Tenía ganas de criticarte 2013, pero voy a darte las gracias, sobre todo, porque a día de hoy, y con los inconvenientes, imprevistos y las consecuencias que acarrean muchas de las cosas que nos han sucedido, me has permitido estar rodeada de los mios, que con sus mas y sus menos, siguen a mi lado y en pie (aunque algunos falten, tambien otros se han colado en nuestras vidas), me has permitido mantener la ilusion en ciertos aspectos de mi vida (aunque en estos tiempos sea algo casi imposible), me has permitido ser capaz de compartir con alguien otras parcelas de mi vida y sentirme feliz por poder hacerlo, y me has permitido, sobre todo, que hoy pueda contar cada una de estas cosas, lo que significa que me diste fuerza y tiempo para vivirlas.

Gracias 2013 por cada cosa aprendida.
Te estoy esperando 2014

jueves, 19 de diciembre de 2013

Una hora no es nada y puede suponer mucho



¿Cuántas cosas puedes hacer en una hora? 
¿Quizá hacer un recado? 
¿Estar parado en un atasco?
¿Qué te cambien el aceite?
Si lo piensas, una hora no es mucho. 60 minutos. 3.600 segundos. Ya está.
Sin embargo, en mi trabajo, a veces una hora lo es todo. La llaman la hora de oro, esa ventana mágica de tiempo que determina si un paciente vive… o muere.
Una hora, 60 minutos pueden cambiarlo todo para siempre. 


Una hora puede salvarte la vida. Una hora puede hacerte cambiar de idea. A veces una hora es un regalo que nos hacemos a nosotros mismos. Para algunos, una hora no significa nada. Para otros, una hora marca toda una diferencia en el mundo. Pero al final, sigue siendo sólo una hora. Una de tantas…tantas más que vendrán. 60 minutos. 3.600 segundos. Eso es. 
Vuelve a comenzar desde el principio. 

¿Cuándo comenzó?
¿Y quién sabe lo que podría durar la próxima hora?

martes, 17 de diciembre de 2013

The Fianceé XI

Y de repente llega él.
Nunca había conocido a nadie que de verdad pensara que yo valía la pena, hasta que le conocí y logró que yo tambien lo creyera. Consiguió poco a poco que por suerte o por desgracia, le necesitará, y desde entonces me encanta su sonrisa y como cierra un poco los ojos al reírse, su pelo revuelto y su carita de niño bueno al afeitarse. Me encanta su espalda y sus piernas. Me encanta cuando me mira por la reacción que consigue, apartando mis ojos de los suyos para que no note mis mejillas sonrosadas.

Me encanta cómo consigue que me sienta cada uno de los días que pasan.

domingo, 8 de diciembre de 2013

Avanza



La mujer que me habita sabe cuándo salir corriendo, sabe dónde me comen y dónde como yo y me habla bajito cuando duermo contándome cómo soltar las cadenas.
Canta la loba en mi barriga canciones de salir corriendo. Hay un tambor en mi cabeza que se pone a vibrar cuando llego vacía de todo, menos de mí y hay una serpiente en la tierra que se despierta y me busca cuando lo que elijo en verdad, me enferma.
Y ya no hay tiempo; de nuevo vuelve a ser ahora o nunca.

Hace tiempo que llegó el momento de mirar... y dejárla pasar. 
Apartarse y morir.
Morir a lo viejo, a la mentira, a lo conocido, al "pan nuestro de cada día". 
Morir a la mujer a medias: 
a la que quiere a medias, la que vive a medias, la que da a medias y a medias se queda. 

Yo te muero para revivirte de nuevo y darte el espacio que de verdad ocupas en el mundo.
El lugar que te corresponde.

No importa ese camino que te desaparece a cada paso que das ahora. 
No importa que no veas sendero delante de ti.
Avanza a oscuras con los ojos muy abiertos.

sábado, 7 de diciembre de 2013

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Dejar atrás cuanto no nos sirve, ir ligeros sin carga en la espalda, caminar erguidos y sin la mirada perdida, con el paso firme y la decisión tomada. Mirar hacia un horizonte, tomar un rumbo, tener un sueño y perseverar en conseguirlo, ser consciente del camino emprendido, sacudirse de dudas y vacilaciones, romper con los convencionalismos para girar hacia una vida que es la que nos espera que le digamos que sí.


Es una tarea dificil, nadie dijo lo contrario ni debe pensarse que es coser y cantar, pero, ¿es una tarea que merezca la pena? Evidentemente sí.
Se trata de ser o no ser y no de aparantar lo que decimos ser.
La vida pone oportunidades.
Nosotros ponemos decisiones.

jueves, 5 de diciembre de 2013

Kinésica



Se trata de breves movimientos generados con alguna parte del cuerpo, especialmente con las manos, brazos y cabeza, y que estan entendidos dentro de la comunicacion no verbal en la que se encuadran todos los movimientos del cuerpo. Todos estos geston completan el significado de las palabras, ampliando las sensaciones y pensamientos que se transmiten. 
Hay culturas en las que los gestos representan una parte importantisima de la comunicación pero normalmente son un complemento de lque se puede prescindir y que quizás en determinadas ocasionesmas que una ayuda puede suponer (En casos extremos) una visión errónea de lo que queremos expresar.

Como complemento, los distintos tipos de movimientos kinésicos nos aclaran o enfatizan lo que decimos... pero ¿ hasta dónde, lo enfatizado, dicho de otro modo, podría resultar mas beneficioso para nuestra comunicación ?

Quizá cuando estas cosas se plantean lo unico que queda por pensar no es en lo mal que realiza su función ese tipo de comunicación, sino que igual deberiamos de empezar por cambiar la forma de comunicarnos o incluso plantearnos si verdaderamente nos comunicamos.





miércoles, 4 de diciembre de 2013

Comprométete



Deja de decir y empieza a hacer. Sal de la contemplación y de palabras y pasa directamente a la acción, mucho más sucia, dolorosa e imperfecta, pero aunténtica y de verdad.
Un compromiso es el brazo armado de la intención. Es tiempo transformado en dedicación. Es oponerse frontalmente a cualquier inercia. Declararle la guerra a lo predestinado. Hacerle la vida imposible al "ya se verá".
Nada vale la pena sin un compromiso que llevarse a la vida. Algún día medirás su intensidad en la cantidad y calidad de tus compromisos y para entonces puede que ya sea demasiado tarde. Un compromiso respira por el mismo sitio por donde tú lo haces, por lo que si quieres que llegue vivo a mañana, comprométete pero ya.
Busca una causa (que es otra forma de decir enemigo), y ve a por ello; y si no buscas una, sino muchas, mejor que mejor. Pueden ser grandes, inmensas e inabarcables, pero también enemigos pequeños y cotidianos. Da lo mismo. Lo importante es que les declares la guerra y pongas tu energía y tu talento al servicio de esa batalla. Puede que hoy no ganes, vale, de acuerdo, pero ni te imaginas lo que vas a crecer por el camino. Si además consigues que el miedo no te pueda, jamás starás sólo y algún día, muchos, juntos, seremos indestructibles. 
Ya ha pasado antes y volverá a pasar. 
Contigo o sin ti.
No prometas tanto y comprometete mas. Estate dispuesto a equivocarte una y mil veces pero siempre en esa misma dirección. Demuéstrale al fracaso que para ti es sólo un mero trámite, un papeleo en tu camino hacia el éxito y cáete y vuélvete a caer, porque si tu compromiso es lo suficientemente grande, no te hará falta ni ayuda para levantarte.

Cuanto antes lo hagas, antes te convertirás en quien realmente eres y entonces, y sólo entonces, te surgirá la única duda razonable del que se acaba de comprometer de verdad.

¿Por qué tardaría tanto?