viernes, 31 de mayo de 2013

Volveré, y lo sabes


La pregunta a bocajarro había puesto en guardia su timidez.
Se creó un silencio sostenido, como una nota musical sin desenlace en un escenario con un público expectante.
Los ojos pasmados. El instante roto.
Qué difícil la gramática del alma, que tratando de ocultar, muestra más.

Quizá lo que no se dice es mas sonoro.
El silencio muchas veces es el gran sonido del miedo, o del dolor.

lunes, 27 de mayo de 2013

Recuerdo que...




No sé qué montañas estás atravesando en estos momentos, o si estás en alguna o estás sentada en un pico contemplando la inmensidad de la Creación y estando sumamente satisfecha de tu esfuerzo, el cual por no haber desistido te ha llevado a una victoria personal, o si estás muerta de miedo en las faldas de esa montaña viendo lo grande, imponente e inmensa que parece... Sin embargo, todos tenemos montañas que escalar.. 

Deseo que tu montaña sea maravillosa, excitante, fuerte, que represente para ti un riesgo y que si, te provoque miles de emociones, que te haga sentir VIVA, que te haga pensar en todo aquello que no piensas hace mucho por estar automatizada y muy preocupada en vivir tu vida como según tu deberías de vivirla. Aquello que no te provoca nada, es aquello que te hace morir un poquito mas día a día y está contribuyendo a cavar la tumba de tu parálisis emocional, mental y espiritual en la vida... vivir la vida muriéndola día a día, cargando con ella, sacrificando tu ser, tu voz, tus sueños por ese concepto basado en el falso amor, “el sacrificio”
No temas volver a sufrir, volver a llorar como una pequeña niña, no temas que se incendie tu vida de pasión, no temas gritar y pelear...

Eso es VIVIR...
 
Escoger la montaña que deseas subir sin dejarte llevar por los comentarios de los demás, que dicen “esa es más bonita”, o “aquella es más fácil”. Vas a gastar mucha energía y entusiasmo en alcanzar tu objetivo, y por lo tanto eres tú la única responsable y debes estar segura de lo que estás haciendo.

Saber cómo llegar frente a ella porque muchas veces, vemos la montaña de lejos, hermosa, interesante y llena de desafíos pero cuando intentamos acercarnos, ¿qué ocurre? Que está rodeada de carreteras, que entre tú y tu meta se interponen bosques, que lo que parece claro en el mapa es difícil en la vida real. Por ello, intenta todos los caminos, todas las sendas, hasta que por fin un día te encuentres frente a la cima que pretendes alcanzar.

Aprender de quien ya caminó por allí: por más que te consideres única, siempre habrá alguien que tuvo el mismo sueño antes que tú, y dejó marcas que te pueden facilitar el recorrido; lugares donde colocar la cuerda, picadas, ramas quebradas para facilitar la marcha. La caminata es tuya, la responsabilidad también, pero no olvides que la experiencia ajena ayuda mucho.

Los peligros, vistos de cerca, se pueden controlar, cuando empieces a subir la montaña de tus sueños, presta atención a lo que te rodea. Hay despeñaderos, claro. Hay hendiduras casi imperceptibles. Hay piedras tan pulidas por las tormentas que se vuelven resbaladizas como el hielo... pero si sabes dónde pones el pie, te darás cuenta de los peligros y sabrás evitarlos.
 
El paisaje cambia, así que aprovéchalo, claro que hay que tener un objetivo en mente: llegar a lo alto. Pero a medida que se va subiendo, se pueden ver más cosas, y no cuesta nada detenerse de vez en cuando y disfrutar un poco del panorama de alrededor. A cada metro conquistado, puedes ver un poco más lejos; aprovecha eso para descubrir cosas de las que hasta ahora no te habías dado cuenta.

Respetar tu cuerpo porque sólo consigue subir una montaña aquél que presta a su cuerpo la atención que merece. Tú tienes todo el tiempo que te da la vida, así que, al caminar, no te exijas más de lo que puedas dar. Si vas demasiado deprisa, te cansarás y abandonarás a la mitad. Si lo haces demasiado despacio, caerá la noche y estarás perdida. Aprovecha el paisaje, disfruta del agua fresca de los manantiales y de los frutos que la naturaleza generosamente te ofrece, pero sigue caminando.

Respetar tu alma sin repetirte todo el rato “voy a conseguirlo”, porque tu alma ya lo sabe. Lo que ella necesita es usar la larga caminata para poder crecer, extenderse por el horizonte y alcanzar el cielo. De nada sirve una obsesión para la búsqueda de un objetivo, y además, termina por echar a perder la escalada. Pero atención, tampoco te repitas “es más difícil de lo que pensaba”, pues eso te hará perder la fuerza interior.
 
Prepárate para caminar un kilómetro más; el recorrido hasta la cima de la montaña es siempre mayor de lo que pensabas. No te engañes, ha de llegar el momento en que aquello que parecía cercano está aún muy lejos. Pero como estás dispuesto a llegar hasta allí, eso no ha de ser un problema.

Alegrarte cuando llegues a la cumbre, llorar, hacer palmas, gritar a los cuatro vientos que lo has conseguido, dejar que el viento en lo alto (porque en la cima siempre hace viento) purifique tu mente, refrescar tus pies sudados y cansados, abrir los ojos, limpiar el polvo de tu corazón. Piensa que lo que antes era apenas un sueño, una visión lejana, es ahora parte de tu vida. Lo conseguiste.

Hacer una promesa. Aprovechar que has descubierto una fuerza que ni siquiera conocías, y decirte a ti mismo que a partir de ahora, y durante el resto de tus días, la vas utilizar. Y, si es posible, prometete también descubrir otra montaña, y parte en una nueva aventura.

Cuenta tu historia: sí, cuentala.
Ofrece tu ejemplo.
Dí a todos que es posible, y así otras personas sentirán el valor para enfrentarse a sus propias montañas.

 

PAULO COELHO

Hoy me apeteció animarme a conseguir aquello que dejé aparcado 
y que quisiera retomar.
Hoy me apeteció volver a ilusionarme con mis metas infinitas 
y mis ganas de retarme. 
Hoy me apeteció volver a pensar que no tiré la toalla
sino que me paré a descansar.

lunes, 20 de mayo de 2013

En lo alto de los pinos





A veces me llaman loca porque vivo de forma desordenada, a destiempo, a impulsos, a mi manera. Hay momentos que el entusiasmo me transporta a lo eterno y no cambio el calendario y hago días con cien horas y horas de cien días. A veces abrazo tan sinceramente, tan fuerte que marco mis tatuajes en la piel de un amigo y otras en cambio necesito esconderme y que una decisión decida por mí y así si hay fallo será un fallo sin culpa aunque también luego me regaño y maldigo mi cobardía y prometo cambiar, pero tampoco cambio, no sé si quiero, si puedo... voy oscilando por senderos de hipocresía en el mundo de los cuerdos, ese mundo en el que se sobrevive con mentiras, se vive con culpas, se disfraza lo real de lo correcto y se mira a otro lado más cómodo; ese en el que seleccionas lo que quieres ver y oír en el menú de la vida y te vas sentando en la mesa de cada comensal y compartes vidas vacías con personas vacías y cuando ya te has saciado de nada es cuando sin recato ni disimulo te ausentas aunque te quedes y vuelas por lugares imaginarios, imposibles pero bellos, necesarios y te proyectas sola y te molesta hasta tu propia compañía y te sientes poderosa y desde la lejanía de un autismo voluntario sonríes con la seguridad del que sabe que sólo el loco está cuerdo.

Me llaman loca, y ahora que les conozco, me alegro…

viernes, 17 de mayo de 2013

The fianceé IV






Uno no se enamora del sol por el hecho de que es la estrella mas grande del sistema solar y la mas importante, si no que se enamora de el por el hecho de que le brinda luz y calor a su vida.


Así.. de esa simple manera podría explicar lo que pasa contigo. No eres la estrella mas grande del mundo, pero si una de las que le brinda mas luz y calor a mi vida.

jueves, 9 de mayo de 2013

Convocatoria actual: pudo obtener su plaza, pero no se creyó capaz de ello






Hubiese esperado cualquier cosa. 
Dicen que a veces las cosas caen como un jarro de agua helada, pero no siempre es así. Sí, pero no. 

Por mas que lo pienso, intento buscar una sola razón que me convenza; una sola que me de el hilito de aire que ahora mismo se me ha cortado por dentro; ese supuesto motivo por el cual, las cosas ocurren de na manera y no de otra.

Llevo meses sintiendome pequeña, perdedora, recomponiendo un poco el puzzle esparcido en el que se quedó hecho mi orgullo; ese que un día me llevó a enfrentarme al mundo por conseguir lo que quería; ese que un día me hizo sentir como cualquier heroína de dibujo animado. Un orgullo que me hacía sentir fuerte en cuanto a mis propias decisiones pero sobre todo, segura, muy segura de mí misma. 
La primera vez fue fácl descargar la rabia en las condiciones que se aparecieron pro sorpresa e incluso me llegué a alegrar de poder quedarme tal y como estaba; pero esta vez creía que sería distinto, porque lo había luchado aun sin la mitad de fuerza que un primer día, porque lo seguía queriendo tal y como en cada sueño se me venía apareciendo y porque quería devolverme el amor propio que un día me pisé a mi misma. 

Que mal sienta aprender de lecciones propias. Tener que comerte las piedras que tú misma te has puesto en el camino.

Y ahora... ¿ahora qué?. No sé si me dejo llevar por la rabia o por esa impulsividad que cualquier persona con un sueño le lleva a remontar cualquier obstáculo. No sé si en verdad no tengo la fuerza, o me acobarda pensar que pueda volver a fallar porque si fuera así yo misma no me lo perdonaría.
Yo, la que se jura y perjura una meta y no descansa hasta traspasarla con cuantos mas obstaculos mejor, y siempre por el camino mas dificultoso; la que nunca le ha dolido nada más que lo que mi propia conciencia pudiera decirme. 
No, en verdad no sé si estaría preparada a volver a fallar; mejor dicho, no sé si estoy preparada para someterme a esa obligación de no fallar. 
Y entre medias de esta montaña rusa de preguntas y creencias sin respuesta, vuelve esa "pena" de pensar, que tanto esfuerzo que tu creías que no había tenido resultado, que toda esa sensación de no haber hecho todo lo que debías, con cada lágrima y cada lamento, la ibas regalando un puesto mas lejos al tuyo. 
No se puede ser egoísta, lo cierto es que mi año había comenzado demasiado bien como para conseguir tantas cosas en tan poco tiempo de un 2013 al que todos temían.
Me tenías mi sorpresa escondida. 
Dos años viviendo al límite de unas emociones que solo una sabe, tragando y aguantando lo que iba surgiendo con la mejor de las sonrisas, equilibrando cada palabra y cada gesto a medias entre el desquicio del dolor y la calma de lo necesario. Dos años de confesiones mentales y preguntas retóricas que no daban respuesta alguna. 

Y un día, por simple curiosidad, descubres que aquella plaza por la que tanto has luchado entre tantas adversidades fue tuya, y sin embargo, ya no lo es. 

Gritar o similar no serviría de nada, pero si pudiera me daría porrazos contra la pared; al menos tendría una explicación para este dolor de cabeza.

 

martes, 7 de mayo de 2013

A mi pequeña gran mujerizada






He cometido muchos errore: 
Lloré por quien no debía y reí con falsas amistades. Tropecé dos veces con la misma piedra y cuando pensaba que no lo haría más, me empujaron y caí estampada una tercera. Perdoné mucho, demasiado quizás; y callé tantos "te quiero" que, por miedo o por inseguridad se quedaron en el aire, que a veces los digo camuflados en besos; también regalé bastantes "te quiero" simplemente por cumplir.
Muchas veces me desperté con ganas de comerme al mundo y otras me pareció que el mundo me comía a mí; grite con fuerza pero mi voz nunca salía.
 Callé verdades por no hacer daño. 
Salí de fiesta sin ganas, y volví con los tacones rotos de tanto bailar. 
Hay días que duermo solo para poder ver en mis sueños lo que tapo en mi realidad, y días en los que no puedo dormir pensando que a la mañana siguiente tendré a mi lado eso que tanto anhelo. 
Fui una niña inmadura e insensible y madure a base de palos. 
Creí en lo imposible hasta que se destrozaron mis metas.
Abrace a la persona que pensé que nunca me haría daño y me di cuenta de que esa persona no se merecía ni el roce de mi piel. 
Canté en la ducha hasta que mi garganta no podía más. 
Hubo días que me sentía preciosa y otros que no quería ni mirarme al espejo.
 Disfruté de pequeños detalles, y aprendí poco a poco en que consiste la vida...

El secreto de la vida esta en no arrepentirse de nada
y afrontarlo todo con una sonrisa.

El secreto de la vida esta en VIVIRLA.

... ahora que presumes de haber crecido cuanto tu mundo te hace sentir fuerte y el suelo no te duele e intercambias esos días con aquellos que te devuelven a la mas dependiente de las infancias en las que el suelo es todo lo lejos que alcanzas ver, me sentía con la necesidad y con la obligación, de irte avisando de lo que vas a ir descubriendo: las injusticias, los desengaños, la contrariedad, la sensacion de tenerlo todo en tu contra, la impotencia... pero tambien lo mezclaras con la sorpresa, lo indeciso y lo inocente de cada una de las novedades que llegaran a tu vida, que sabras la teoria de como afrontarlas, y nada en la practica de cómo superarlas.

Felicidades, hoy cumples un año mas entre nosotros. Un año mas de amor que te damos. 

domingo, 5 de mayo de 2013

A tí, en uno de todos tus días



Se me lleno de niña el mundo mío de mi madre, que me regó con su lucha los peligros de mis miedos y floreció a cada paso: luces, sombras, amor y truenos...  
En su día, que son todos los días... bendito su riego eterno, y el lamento instintivo que siempre la llama.

Yo la quiero como una niña, como la mujer que mas ama.