Puede dar miedo darse cuenta que has estado
equivocado en algo.
Pero no podemos tener miedo de cambiar de idea, de
aceptar que las cosas son diferentes, que nunca serán lo mismo, para
mejor o para peor.
Tienes que estar dispuesto a dejar aquello en lo que solíamos creer.
Tienes que estar dispuesto a dejar aquello en lo que solíamos creer.
Hay algo que no cuadra, que no se enmarca en los límites normales de la cara que se vende.
Recuerdo que lloraba. Y lloraba mucho.
Mirar fija y duramente a los ojos de alguien que no da crédito a lo que escucha. Sentir que cada palabra que sale de dentro, te va rasgando. Querer callar y que los silencios sean mucho mas duros que cualquier explicacion que pudiera surgir.
Tener que aceptar que lo que estas viviendo, es lo que será de aquí en adelante. Que no hay ningun efímero rayito de luz que venga a alumbrar el camino. Que toca seguir adelante cada cual por su camino, quizá de forma paralela pero ya no de la mano. Que fingiremos que no nos importa lo del otro hasta llegar a sentirlo realmente.
Vuelta a tapar con piedras lo que un dia volaba con flores.
Levantarme del asiento donde he esperado tantas pequeñas cosas, que el tiempo ha hecho que se me congele hasta la esperanza. Despertar una mañana con la firmeza de saber que es el día propicio, aquel en el que se decide quien se queda y quien se marcha, y resulta que tu llevas mucho tiempo fuera y no tienes previsto volver, por lo que el frío del ambiente y las manecillas del reloj, han dado como resultado mi puesta en marcha hacia delante, sin tí.
Siento si no me despido. Nunca me gustó tener qeu decir adios a quienes he querido tanto.
Te deseo lo mejor.
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