Esas han sido las palabras que más veces he escuchado y con más dolor he sentido en lo que va de día.
He de confesar que a las ocho de la mañana relataba como otra cualquier cosa que me hubiera ocurrido, que me había despertado empapada en sudor a eso de las cuatro y algo de la madrugada, agitada, como si hubiera vivido una gran pesadilla, aunque no sabía la causa.
Mi jarro de agua fría llegaba media hora después.
Todos hablan de la pena, pero yo veo eso en modo egoísta. Pena era lo que vivías a diario tus últimos días, contar cada hora y cada minuto de tu sueño a la espera de que finalizara un reloj de arena que nadie veía.
Sin embargo yo te he puesto mi cartel de valiente, de guerrera favorita y así vas a quedar entre mis recuerdos. Has plantado cara tantas y tantas veces a algo tan temido. Has luchado tantos años contra ello sin rendirte, sin un ápice de cansancio reflejado en tu cara, al pie del cañón con los que se veían como tú, y asumiendo cada nueva noticia como un nuevo reto. Acompañada de los que te quieren, de la mejor forma que han sabido.
Has ganado tantas veces, que me niego a ver esto como una derrota.
Creo que ahora reposas como una reina, no en tu sillón, sino en una cama mínimo, aunque con el tiempo que llevas acostada, quizás te apetezca mas andar y saltar por ahí. Quizás estes tomando el sol, como ese lagarto que eras, vuelta y vuelta, con una cervecita en la mano, como tantas veces hacías en el campo.
Creo que solo ha sido un final de batalla, pero no una derrota, que no es lo mismo.
Creo que te ha ido apagando porque a esa "mierda"se le había acabado los recursos para destruirte.
Creo que te ha quitado del medio por los celos que le daba, saber que había alguien mas duro, y mas fuerte que él, que pudiera vencerle.
Yo me quedo por dentro mis falsas excusas que me sirven de escudo ante la culpa que me queda por no haber ido a verte. Lo iba aplazando para ese día que yo creyera oportuno, que igualmente, sabía que no sería ninguno de los del almanaque. Siento no haberte despedido, pero no por ello creo que me he interesado menos o te he querido poco. Siento querer ser la primera entre los últimos en despedirte.
Sin más, deseo que hayas tenido un buen vuelo, y que estes disfrutando del aire puro que se respira por alli arriba. Nosotros esperamos que te sientas feliz y en calma, y quien sabe, poder vernos de nuevo algún día.
Un beso enorme Guerrera Cati.