viernes, 29 de noviembre de 2013

Sorprendeme con poco



Enamorarse.
Reirse hasta que te duela la cara y te escuezan las mejillas. 
Una ducha de agua caliente.
Escuchar la lluvia caer.
Nadie delante de tí en la cola del supermercado.
Un café caliente. Bueno, un cola-cao mejor. 
Un mensaje, que no un WhatsAap
Los largos viajes en coche.
Tener un sueño bonito.
Una llamada.
Ganar un desafío. 
Tomar de la mano a alguien que quieres.
Oir las risas de cualquier niño.
Encontrarte por la calle con un viejo conocido.
Ver amanecer
Hacer un regalo, o dos, o tres
Despertar y que aun te queden horas por dormir.
Escuchar de manera casual a alguien que dice algo bonito sobre tí

... ¿ sabías que eso es vivir ? ...

martes, 26 de noviembre de 2013

La ley del TODO o NADA



Tenemos edificios más altos y temperamentos más reducidos.
Carreteras más anchas y puntos de vista más estreschos.
Gastamos más, pero tenemos menos.
Tenemos casas más grandes pero familias más pequeñas.
Hemos aprendido a ganarnos la vida pero no a vivirla.
Añadimoss años a nuestra vida ... .pero no vida a nuestros años.

sábado, 23 de noviembre de 2013

Cuando creas que NO


Recuerdo cada trazo de tu mano entre las hojas sucias que albergaban un conocimiento que ya no era válido para quien un día lo tuvo que aprender, y que se mezclaba con los garabatos y esquemas que suciamente resumían algo que debía entrar en mi cabeza.

Cuando las semanas son duras, difíciles, o se hacen muy cuesta arriba, necesito pararme a pensar. De hecho, necesito parar en seco, perder media hora y convencerme de que esta "pérdida de tiempo" decidí hacerla por y para algo, aunque en esos instantes, los motivos y las metas sean tan grises, difusos o incluso casi impercerptibles.
Entonces, me vienen a la mente cada una de las sonrisas que he visto en ese edificio que la gente visita sólo por causas mas o menos desagradables; recuerdo cada abrazo de apoyo que he dado o cada mirada de complicidad que he cruzado; recuerdo cada palmadita en la espalda de compañeros que me han visto saltar las barreras de mi inexperiencia, a veces con acierto y otras no tanto; recuerdo cada una de las personas que en mi turno me abandonaban y yo los sentía (y siento) como parte de un fracaso laboral propio, pero también cada vida que me abandonaba en mejores condiciones y que me reconfortaba; me acordaré eternamente de aquel horrible año dominado por el orgullo y las ganas de demostrar al resto que podía llevarles la contraria y tendrían que comerse sus palabras y posteriormente, aquel "fantástico" mes de febrero cuando aun no era nada (aun con aquella meta conseguida) y decidía no serlo por mi incapacidad para ello. 
Creo que esos dos momentos en mi corta vida, me hicieron entender que las cosas, incluso las que mas se quieren en este mundo, son mas bonitas cuanto mas costosas son. Son apreciadas cuanto mas sacrificadas. Son mas placenteras cuantas mas adversidades. ¿Sabes por qué? Porque siempre podrás recordar cada lágrima, cada gotita de sudor y cada esfuerzo físico, psíquico o mental que empleaste en ello, y así, en los días malos, esos días en los que no sabes por qué, cuándo, ni cómo llegarás a otra meta tan costosa como la que tienes entre las manos, podrás mirar hacia atrás para darte cuenta que ya conseguiste otras tantas qu te parecían igual o mas complicadas.
Que el secreto solo está en querer y no tanto en la capacidad de poder o no.

Y tú, ¿qué quieres?

miércoles, 20 de noviembre de 2013

A/A de una de las mayores valientes que he conocido


"¡Qué pena!"
Esas han sido las palabras que más veces he escuchado y con más dolor he sentido en lo que va de día.

He de confesar que a las ocho de la mañana relataba como otra cualquier cosa que me hubiera ocurrido, que me había despertado empapada en sudor a eso de las cuatro y algo de la madrugada, agitada, como si hubiera vivido una gran pesadilla, aunque no sabía la causa.
Mi jarro de agua fría llegaba media hora después. 

Todos hablan de la pena, pero yo veo eso en modo egoísta. Pena era lo que vivías a diario tus últimos días, contar cada hora y cada minuto de tu sueño a la espera de que finalizara un reloj de arena que nadie veía.
Sin embargo yo te he puesto mi cartel de valiente, de guerrera favorita y así vas a quedar entre mis recuerdos. Has plantado cara tantas y tantas veces a algo tan temido. Has luchado tantos años contra ello sin rendirte, sin un ápice de cansancio reflejado en tu cara, al pie del cañón con los que se veían como tú, y asumiendo cada nueva noticia como un nuevo reto. Acompañada de los que te quieren, de la mejor forma que han sabido. 
Has ganado tantas veces, que me niego a ver esto como una derrota. 

Creo que ahora reposas como una reina, no en tu sillón, sino en una cama mínimo, aunque con el tiempo que llevas acostada, quizás te apetezca mas andar y saltar por ahí. Quizás estes tomando el sol, como ese lagarto que eras, vuelta y vuelta, con una cervecita en la mano, como tantas veces hacías en el campo.

Creo que solo ha sido un final de batalla, pero no una derrota, que no es lo mismo. 
Creo que te ha ido apagando porque a esa "mierda"se le había acabado los recursos para destruirte. 
Creo que te ha quitado del medio por los celos que le daba, saber que había alguien mas duro, y mas fuerte que él, que pudiera vencerle.

Yo me quedo por dentro mis falsas excusas que me sirven de escudo ante la culpa que me queda por no haber ido a verte. Lo iba aplazando para ese día que yo creyera oportuno, que igualmente, sabía que no sería ninguno de los del almanaque. Siento no haberte despedido, pero no por ello creo que me he interesado menos o te he querido poco. Siento querer ser la primera entre los últimos en despedirte.

Sin más, deseo que hayas tenido un buen vuelo, y que estes disfrutando del aire puro que se respira por alli arriba. Nosotros esperamos que te sientas feliz y en calma, y quien sabe, poder vernos de nuevo algún día.

Un beso enorme Guerrera Cati.  



domingo, 17 de noviembre de 2013

The fianceé X


Es algo fuera de lo normal pero totalmente fisiológico. 
Es algo que dicen que si se estudia no se entiende, y que la cabeza y el corazón no se alinean en consonancia para dar respuesta a este. 
Pero ahora que lo estudio, que lo vivo y que lo siento, trataré de explicarlo de esa forma científica:

Te quiero con mi cerebro.
 Con mi sistema limbico, mi hipotálamo y mi circunvolución del singulo; on mi área septal, mi amígdala cerebral y con mi corteza prefrontal.También te quiero con otras áreas cerebrales, pero principalmente es con mi ínsula y mi núcleo estriado.
Yo te quiero gracias a mi testosterona y feniletilamina, gracias a mi dopamina y norepinefrina, gracias a mi oxitocina y vasopresina.
Te quiero gracias a que tú apareciste un dia en mi mente, y te quedaste a vivir en ella.

viernes, 15 de noviembre de 2013

No necesitas más que un motivo




El miedo o temor es una emoción caracterizada por una intensa sensación, habitualmente desagradable, provocada por la percepción de un peligro real o supuesto, presente, futuro o incluso pasado.

 En contra de lo que todo el mundo piensa, no es malo sentir miedo. Ya se dijo que quien lo siente, es porque tiene alg apreciado que puede perderlo, con lo que puede sentirse afortunado por sentir miedo. Significa que valora las cosas, o alguna cosa. 
Pero no se puede vivir del miedo. El miedo frena, para, esclaviza a las personas a no seguir adelante y en definitiva a no vivir.
Tu tienes miedo y yo te aplaudo. Ahora si son normales las sensaciones que vives y no tanto las anteriores, pero no puedes vivir en los extremos, no puedes un día comerte tu mundo de azucar y chocolate, viendolo perfecto y como si nada ocurriera y al siguiente, detenerte en el mayor de los fangos que has creado viendolo todo desde abajo, sumisa, petrificada e insalvable de tus miedos escondidos.

Un término medio. Tenemos que buscar un término medio.

Digo tenemos porque delante de la frialdad con la que te hablan mis ojois cuando tu no quieres escuchar mientras lloras, yo trago mares y océanos de saliva y lágrimas, porque como tú, yo nunca dejé de tener miedo desde aquel día. Pero mi miedo es el respeto a algo incontrolable por mis manos o acciones, es el miedo a lo desconocido y a tu dolor que se vuelve nuestro (de todos los que te rodean y te quieren) y es el miedo a no ser capaz de saber llevarlo con el disfraz adecuado que nos haga estar "enteros" sin preocupar al de al lado, que también mantiene la compostura en un equilibrio quién sabe cuánto de inestable.

Hay que seguir. Te lo dije el otro día y te lo repetiré cada uno de los días en que me despierte y cruce mi mirada contigo, y te lo diré sin hablarte. Hay que seguir
Y sabes por qué?

Porque estás VIVA y lo que tenga que ocurrir, OCURRIRÁ IGUALMENTE.

martes, 5 de noviembre de 2013

Así, a cuento de nada...


Un día me dio por pensar que me paso la vida boqueando como un pez, la mitad de las veces huyendo de alguna molestia y la otra mitad lanzándome ansiosa hacia algo que promete un mayor placer. Y me planteé si podría servirme de algo aprender a estarme quieta y aguantar un poco sin lanzarme a la farragosa carretera de la circunstancia.

Paré lo justo y necesario hasta darle tiempo a mis impulsos (nerviosos, emocionales... los que fueran) que empezaron a activar cada fibra de mi cuerpo hacie el movimiento. 

Parar no es mi forma de vida. 

lunes, 4 de noviembre de 2013

Lunes con "L" de Lucha


Era un lunes como cualquier otro, en el que rondan los sentimientos positivos entre los negativos y pesados que hacen este camino mas espinado que rosado. 
Se avecinaba una de esas semanas largas y pesadas que marcan la meta tan lejos como una no quiere verla. 

Pero hay algo que te activa. 

Él no lo sabe, pero cada uno de sus pequeños grandes logros, me producen cierto "cargo de conciencia" en no poner mi energía positiva y todas mis ganas a trabajar en pro de mi meta. Me enseña de forma indirecta que cuando se tiene ganas y empeño en algo, sea cual sea la causa, y se lucha en la medida que uno puede, se alcanzan las metas y ¿por qué no? 

... algun día, en algún momento... se alcanzan los sueños. 

domingo, 3 de noviembre de 2013

Días de más y días de menos



Me he parado a pensar tantas veces... 

... es un error, ya sé que es un error pero hay ciertas cosas en la vida que sabes que son un error, aunque en realidad no sabes que son un error porque la única forma de saber realmente que son un error es cometiendo el error y luego mirando hacia atrás y diciendo: "sí, ha sido un error". Así que, en realidad, el verdadero error sería no cometer el error porque entonces te pasarías la vida entera sin saber si era un error o no.”

Pues eso... la dichosa montaña-rusa de los días que parecen provechosos y se quedan en nada y los que parecen nada y de repente se convierten en los llamados grandes días. La sensación de inseguridad eterna y de dar pasos en falso. Levantarte pensando que será el día perfecto y acostarte con la convicción de que ha pasado otro día más sin mucha diferencia del anterior. 

¿Y si vuelvo a perder el tiempo? 
¿Y si me estoy dedicando a lo que no es para mí?
Y si no es para mí... ¿para quien es?
¿Por qué yo no?
¿Por qué no puedo consegir algo que quiero?
¿Por qué se hace tan cuesta arriba?

... será que las cosas verdaderamente satisfactorias, son aquellas por las que se echa sangre sudor y lágrimas, y de las dos últimas, ya llevo bastantes. Quizá, a la tercera ...

viernes, 1 de noviembre de 2013

Entre santos y difuntos

Podría contar muchas cosas de estos días, aunque todas girarian alrededor de unos cuantos de folios bien encuadernados y con cierto olor a seminuevo mezclado con leña ardiente y chimenea.

Podría contar con un simple vistazo el detalle que ha envuelto estos días de reclusión estudiantil, aportandole ese toque "diferente" que siempre acaba dando él: