domingo, 7 de enero de 2018

Así, como si nada


Un avión enloquecido me atraviesa la cabeza en silencio. Luego otro. Y otro. Mi cerebro explota pero con suavidad. 
Cuánto me gustaría poder tener una rabieta como cuando era pequeña. En el momento que las cosas se ponían feas, que no me gustaba del color que se torcían, yo me convertía en molino, viento huracanado, o trueno. 
Ahora daría cualquier cosa por despegar, aun a riesgo de romperme en la caída... Ahora entiendo por qué ET huyó en bici por el cielo. Yo en su lugar, hubiera seguido pedaleando hasta Plutón sin dar la vuelta. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario