martes, 30 de enero de 2018

El olvido no se olvida de nadie


Aunque a veces ya no sabías quién era, te tomaba de la mano. 
Aunque no tenías recuerdos mas allá de mi infancia, y no sabía muy bien por qué me sonreías y me tirabas besos, te apretaba fuerte la mano y te devolvía la sonrisa.
Aunque a veces me ignorabas con la mirada perdida hacia el techo, te preguntaba qué mirabas por si en una de esas, al mirarme, volvías a reconocerme y podías quedarte. 

En lo mas profundo de esas neuronas que ya no estaban, alguna luz había, aunque fuera muy difusa, pero la había, y te permitía recordar quién era yo, quién estaba delante de tí, quién fui para ti. 

Te olvidaste de tantas cosas: de lo que comías, de dónde estabas, de lo que hacías... y volvías a ser un bebe al que cuidar, con las mismas ganas de cuidarnos (cuando lo recordabas) de siempre. 

Comenzaste por ver mujeres y niños que venían a verte (supongo que por tu vida, siempre tan rodeada de gente, siempre con las puertas abiertas a quien quisiera acercarse), y al final, dejaste de reconocer a los que convivieron contigo casi toda una vida. 

Era difícil entender que esos "humos" que a veces nacían en ti, hacia nosotros, los que mas te queríamos, era producto de esa enfermedad llamada olvido. 

Me regalaste tu ultimo día, sin olvidos, sin ignorarme, sabiendo quiénes eramos ambas, y aunque u te olvidaste de todos, ahí estábamos, para recordarte una y otra vez cada cara, cada nombre, cada parentesco...

Dicen que muere aquel que es olvidado... 
Cuéntame, ¿qué tal te va por allí?, mira que nunca te gustó volar y ya llevas un tiempo allí arriba...

No se te olvida
pero sí que se te hecha mucho de menos

miércoles, 17 de enero de 2018

The Fiancée LX


Cuando te observo, en realidad veo una pagina en blanco y, sin quererlo, me entra ese pánico que solo entiende quien sabe lo que es escribir a diario y un día de repente, creer que ha olvidado como se hace. 
Contigo me pasó desde el principio de los principios. 
Parecías alguien lejano, diferente y totalmente opuesto a mi. Reías y hablabas con facilidad, te movías con soltura alrededor de todo aquel con quien te parabas a charlar, tu sonrisa era especial, simple, discreta, sincera... como todo lo que salia por tu boca. 
Sabias actuar, es mas, eres maravilloso adaptándote a cada situación en cada momento y con cada persona. Haces lo que debes. 
Sabes hacer que la gente sonría y se interese por ti, peor tu como un mago hábil y dichoso, sabes mover el centro de atención a tu antojo, siempre bajo un velo de tragicomedia que pocos logramos entender. 
Tu, callado y racional, te vuelves loco contando anécdotas para luego sumergirte en tu silencio profundo y distante que a veces, (me) ahoga. Tu, tranquilo y optimista, (me) sacas del ahogo con un beso lleno de calma, sin darte cuenta que, a veces, es esa misma calma la que (me) ahoga aun mas. 
A ti, que te conocí cuando mas perdida estaba, cuando mas necesitaba una mano amiga que me sacra de mí, para demostrar que no era solo esa figura de humo que se desvaía a la sombra de la multitud entre libros. A ti, que aun hoy nos quedamos en silencio, mirándonos, tu perdiéndote en mi y yo intentando encontrarme entre cada paso cansado y a veces aturdido. A ti, que nunca renunciaste, incluso el día que quisiste pasar de pagina y bajarte de mi mundo. 
Hoy va por ti.
Que después de enfrentarme a tu pagina en blanco que ya ha pasado a ser la nuestra, solo deseo empezar a escribir sobre ti, sobre mi y sobre la magia que se despierta cuando estamos juntos. 

domingo, 7 de enero de 2018

Así, como si nada


Un avión enloquecido me atraviesa la cabeza en silencio. Luego otro. Y otro. Mi cerebro explota pero con suavidad. 
Cuánto me gustaría poder tener una rabieta como cuando era pequeña. En el momento que las cosas se ponían feas, que no me gustaba del color que se torcían, yo me convertía en molino, viento huracanado, o trueno. 
Ahora daría cualquier cosa por despegar, aun a riesgo de romperme en la caída... Ahora entiendo por qué ET huyó en bici por el cielo. Yo en su lugar, hubiera seguido pedaleando hasta Plutón sin dar la vuelta. 

viernes, 5 de enero de 2018

"Queridos Reyes Magos" era algo así, ¿no?



¿Os acordáis de mi?

Hace muchos años que dejé de escribiros. Casi que desde que supe que no dependía de cómo me portara los 12 meses del año, el que trajerais lo que pedía. Desde que me di cuenta que no era justo que yo tuviera y esos niños no. Que algo no cuadraba. Desde que me percaté que pedir la paz en el mundo, el fin del hambre, una vacuna contra el SIDA o el cáncer, y que nunca les pasara nada a los que me rodeaban... era todo utópico, algo que no me traeríais... que no estaba en vuestras manos. 

Perdonadme. Nunca debí dejar de escribiros. Y es que a mis casi treinta, me doy cuenta que lo importante es la magia que envuelve esto, que ser ingenuo no es sinónimo de ser inocente, pese a lo que diga el diccionario, y que utópico si que es sinónimo de maravilloso. Que la vida por si misma frena los sueños, peor no puede frenar a los soñadores. 
Entonces, si me perdonas, déjame seguir con mi carta de deseos. 

Esta vez no encontraras el CD de música que tanto quería, este año quiero uno vació, en el que pueda grabar canciones con la música de lo que vaya a suceder los siguientes doce meses, porque será música aun volumen altísimo, de esa que se escucha y que se siente. Porque la música es el sonido de los sentimientos y aunque ahora mismo, sea música muy melodramática, espero que pase por la marcha nupcial y acabe con una de esas que te rompen el cuerpo de tanto bailar. Porque entre lineas es eso lo que te pido: sentir. 

Esta vez no quiero ningún libro concreto, tengo muchos por leer en la estantería. Esta vez quiero uno en blanco, donde pueda escribir mis miedos, mis aventuras, mis desilusiones, mis desafíos y mis logros. Porque sé que habrá año para todos y cada uno de ellos, y he aprendido que no depende de vosotros, ni de mi el querer escribir de colores, cuando todos sabemos que habrá paginas en blanco y negro, el querer escribir sonrisas y corazones, cuando sabemos que habrá paginas borrosas por las lagrimas que se derramen y entonces te pido fuerza para escribirlas también, que me des la ilusión para saber que un nuevo capitulo espera, y así, pasar pagina, y los meses. 

Y si no es mucho pedir, ya que me he puesto, déjame pediros sonrisas, momentos, besos en la frente, abrazos con sabores, pequeñas sorpresas y grandes alegrías, instantes, nuevos encuentros y reencuentros con aquellos que hace tiempo dijimos "de este año no pasa" y pasa, ¡vaya que si pasa!, y no uno, sino varios, y es que creo que en definitiva te pido tiempo para que haya espacio para todas estas cosas. 

Este año, después de tantos de no saber de vosotros, déjame pedirte tiempo, paginas en blanco, música por grabar...

... que ya me encargo yo del resto ...