martes, 23 de agosto de 2016

No teníamos nada



Mientras tu destino y mi casualidad chocaban al doblar la esquina y entraban en un dramático debate en el que decidirían si complicarse o no la vida, ya habíamos sudado nuestro primer te quiero bajo la luz de la farola.
No teníamos prisa, teníamos incertidumbre.
No teníamos ganas, teníamos miedo.
Despierta cariño, creo que va para cuatro años de acuerdo.

miércoles, 17 de agosto de 2016

The fiancée XLIII


Dicen que cuando esa persona te llega, se sabe. Y también dicen que ni siquiera tienes que parar a preguntarte si lo es o no, porque si existe un momento en el que te es necesario hacerlo, significa que no lo es. 
La pena es cuando te lo preguntas con personas que podrían ser maravillosas. 
Pero tú, habiendo llegado de la nada, tan rápido y a la vez tan despacio, has hecho que no tenga que preguntármelo. Es que en la vida hay cosas simplemente que no se pueden explicar. Hay gente que le pasa intentando encontrar algo especial entre los 7.229.916.048 personas que hay en el mundo y luego estoy yo, que soy afortunada por haberte encontrado solo a tres calles de mí.
El simple hecho de pararme a pensar que existen, es capaz de convertir mi problema más grande en un ataque de risa.
Desde lo más profundo del corazón: gracias por existir 

Un billete de lotería premiado en verano


No sólo he sido afortunada como para estar vinculada desde tiempo inmemorial a una línea evolutiva selecta, sino que he sido también afortunada -digamos que milagrosamente- en cuanto a mis ancestros personales... 
Ninguno de mis respectivos antepasados, pereció aplastado, devorado, ahogado, de hambre, atascado, ni fue herido prematuramente ni desviado de su objetivo vital:
entregar una pequeña carga de material genético 
a la pareja adecuada en el momento oportuno 
para perpetuar la única secuencia posible de combinaciones hereditarias, 
que pudiese desembocar casual, asombrosa y demasiado brevemente 
en ti. 

Vamos sumando
Felices 28