Diciembre de balances

Diciembre siempre tiene dos caras. Como el Ying y el Yang.


Pasado porque nos replanteamos todo lo vivido... la gente que ha estado a nuestro lado, la que sigue estando, y la que ya no lo está por los motivos que sean.
Los momentos en los que creíamos que no podíamos más y los momentos que creíamos poderlo todo. Las fiestas hasta las tantas y las noches de cena-sofá-peli y conversaciones filosóficas. Los enfados y los abrazos de reconciliación. Los planes improvisados y los mil y un imprevistos (que no es lo mismo)... Las miles de horas pasadas junto a las personas que forman tu vida.
Y futuro por cada sueño que habita en las noches, por cada segundo que imaginas que la vida te sonreirá a cada momento, por cada sabor de boca que no quieres que se te quede sin probar, en definitiva, por cada momento que te queda por vivir.

Eso, ni el gordo de la lotería es capaz de pagarlo.