Mira arriba.
En serio, ¡mira arriba!
Las mejores cosas nos llegan siempre desde ahí:
Las que se escapan a nuestro control, las que aún son capaces de sorprendernos... Desde el primer ser humano que contempló un amanecer hasta el último futbolista que acaba de celebrar un gol. Desde el creyente que ruega a Dios cada uno de sus días hasta el ateo que mira simplemente para adivinar si hoy lloverá o no.
Todos hemos mirado en algún momento arriba, y todos nos hemos sentido así: pequeños seres que miran arriba.
Porque por mucho que subamos, siempre habrá algo por encima de nosotros.
Porque por mucho que bajemos, siempre habrá alguien viajando mucho mas abajo que nosotros.
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