miércoles, 6 de agosto de 2014

Respira ...


Enséñale las cosas importantes, las de verdad:
A saltar en los charcos, a observar los bichitos , a dar besos de mariposa y abrazos muy fuertes.
No olvides lo de los abrazos y no se los niegues nunca: puede que dentro de unos años los abrazos que más añores sean los que no le diste. 
Dile cuanto la quieres siempre que lo pienses. No siempre uno es adivino, como para imaginarlo y darlo por hecho por siempre.
Déjale imaginar e imagina con ella. 
Déjale llorar y llora con ella. 
Las paredes se pueden volver a pintar y los objetos que se rompen se pueden reemplazar, pero los gritos de mamá duelen para siempre. 
Puedes fregar los platos mas tarde, porque mientras tu limpias, ella crece.  No necesita tantos juguetes.
Y sobre todo, respira
...serás madre toda tu vida, ella sólo será niña una vez.
Bienvenida a casa Lucía. 

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