domingo, 6 de mayo de 2018

Por las de hoy, las de ayer y las que recuerdan.


Cualquier persona debería ser eterna como mínimo... pero cuando cruzan el arcoiris nos cuidan desde arriba, limpian nuestros problemas con la lluvia y así nos dan un día para quedarnos en casa tirados en el sofá pensando tanto que cualquier rallito de sol que encienden al día siguiente, nos abre el camino y la mente y encontramos la salida a todo. Da ese empujoncito. 
Cada mañana encienden el sol para que nos pongamos contentos y las estrellas por la noche para que no pasemos miedo, de manera que siempre haya algo brillando de una forma u otra, que nos alumbre, 
El cielo siempre brilla y nosotros tenemos que brillar desde aqui con nuestras sonrisas para que ellos lo vean. 
Siempre que me quedo mirando fijamente por "nuestro balcón", tan tuyo como nuestro ahora, me acuerdo de las tardes en él, viendo los pajarillos pasar en bandadas y tu me explicabas a modo de cuento que los dos primeros eran los novios y el resto que les seguían, los invitados. 
Ahora se me dibuja la sonrisilla tonta y se me cae la lagrimilla de "mota de polvo en el ojo". Supongo que aun, es un poco inevitable. 

Siempre te gustó verla reír a carcajada, celebrar cualquier día por el mero hecho de tenernos a todos juntos y "por si era el ultimo". Su mejor regalo hubiera sido celebrarlo contigo y el tuyo, haberlo celebrado con todos o al menos con los de siempre. 

No hemos sabido ni podido hacerlo mejor. 

Me gusta hacer esto, pero a veces es difícil, porque ahora solo necesito un abracete, chocolate (Sin churros) y que alguien me diga que sigues celebrando cada día pero en las nubes, con las estrellas y con todos aquellos que ahora deben estar disfrutando de ti. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario