martes, 17 de abril de 2018

The Fiancée LXIV


A veces me gustaría acariciarte con cada una de mis letras, pero la felicidad no se puede escribir. 
El deleite que pulsa en mi interior no es posible plasmarlo con todo el sibilario: mis letras se quedan diminutas, distantes para poder abrigarte. 
No me hace falta otro cuerpo para ser feliz, pero a tu lado mi felicidad se reproduce, mi forma se hace gigante y contra todo código, mi espíritu trasciende danzando de alegría. 

Con estas letras, estos puños, solo puedo decir que toda mi alma se ilumina con tu abrazo. 

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