Lo de preparar oposiciones es un tema, entre otras cosas, curioso, al que le sucede como a muchos otros temas en este país: todos hablan de ellos pero muy pocos saben realmente qué significa.
Yo lo entiendo como aquella persona que, tras una enajenación mental transitoria, decide cambiar unos años de su vida y de su familia por un puesto fijo en la Administracion Publica.
Todo comienza por una decisión que nos cambiará la vida: primero en nuestro perjuicio y despues, siempre, en nuestro beneficio. Y no, no existe ninguna oposición en la que no obtengas ningún beneficio, incluso si no se aprueba. Porque como mínimo llegaremos a conocernos a nosotros mismos mejor de lo que nunca habríamos podido hacerlo si hubieramos escogido otro camino y solo por eso merece la pena arriesgarse.
Una vez que te embarcas en esta montaña rusa, por mucho que nos hayan advertido, no es tan duro como lo pintan... es PEOR. Mas de lo que pensábamos y muchísimo más de lo que creíamos. He aquí la diferencia entre el que sabe que es y el que se entera de una oposición. Sólo el que adquiere la condicion de opositor tiene la potestad para opinar sobre su significado.
El primer requisito para ser un verdadero opositor es tener cierto punto de locura. Sí, tal cual. Ya sé que se nos exije imparcialidad, cordura, ejemplaridad... pero es que sólo para intentarlo, hay que estar muy loco: pocas plazas, miles de personas... lo que se viene llamando una aguja en un pajar!; pero además, los que te rodean, deben ser un poquito inconscientes. Me explico.
Me dijeron en broma un día, que cuando en una familia alguien decide opositar, es como si en la misma hubiera caído una desgracia como otra cualquiera. La persona que lo decidió fui yo solita, con tal punto de locura que hasta me hacía feliz, casi que lo había estado esperando, porque lo que yo quería, al acabar mi carrera, aun sólo existía en el papel que lo recogía por ley. Pero en mi oposición estan luchando conmigo muchas personas a parte de mí que, sin intervenir en mi decisión, están apechugando con las consecuencias: padres, pareja, amigos, demás familia...
De repente sus rutinas se tambalean por amoldarse a las tuyas, al principio es fácil, pero los contratiempos y la adaptación a veces a esta situación, hacen que se olviden las pautas absurdas para ellos, pero que a tí te suponen verdaderas catástrofes. Sufren con nosotros y los que no han entrado, también salen del preparador, del simulacro o de la práctica de turno con nosotros. Nos escuchan, nos apoyan, nos animan aunque nos hayamos convertido en monotema, y ellos sin entender, acaban entendiendo justo de los temas que tu no sabes (solemos hablar mas de los que no se nos meten), y nos aguantan cuando simplemente nos quedamos mudos, segun el día y el pie con el que te levantes. No están estudiando con nosotros (a veces sí) pero parece que si pudieran, te cogerian de la melena, se sentarían en tu silla y cogerian la misma postura que tu para hacerlo. Son geniales y sencillamente esenciales.
Además esto es una autentica cura de humildad.
Empiezas tu particular aventura pensando que estarás solo y sin embargo acabas sabiendo que solo, lo que se dice solo, no habrías llegado ni a por los libros. Para que te puedas dedicar de lleno a esto, el director de logística debe ser realmente bueno, nomalmente nuestros padres y pareja, los que nos soportan a diario. Ellos van desenrollando la alfombra a nuestro paso para que sólo tengamos que llegar y sentarnos. Entre sus posibilidades, lo hacen todo mas fácil la mayoria de las veces.
Empiezas tu particular aventura pensando que estarás solo y sin embargo acabas sabiendo que solo, lo que se dice solo, no habrías llegado ni a por los libros. Para que te puedas dedicar de lleno a esto, el director de logística debe ser realmente bueno, nomalmente nuestros padres y pareja, los que nos soportan a diario. Ellos van desenrollando la alfombra a nuestro paso para que sólo tengamos que llegar y sentarnos. Entre sus posibilidades, lo hacen todo mas fácil la mayoria de las veces.
También voy a decir que me equivoqué.
Pensé que sería un mundo lleno de competitividad y sin embargo, en todos estos años he encontrado a personas excepcionales que se que desde lejos seguirán preocupandose por mí y estando conmigo. Quizá por eso de que las circunstancias unen o porque son de los pocos que te entienden en primera linea.
Pensé que sería un mundo lleno de competitividad y sin embargo, en todos estos años he encontrado a personas excepcionales que se que desde lejos seguirán preocupandose por mí y estando conmigo. Quizá por eso de que las circunstancias unen o porque son de los pocos que te entienden en primera linea.
Parece que aquel momento en que podías elegir si dormir mas o despertarte, fuera solo un sueño. O mejor dicho, a estas alturas, una vida pasada.
Nos metemos tanto en nuestra rutina que ya no contamos el tiempo por días sino por temas o asignaturas. La verdad es que yo solía bailar, me gustaba andar y nadar en verano. Estaba en forma. Me pasaba los veranos trabajando o haciendo manualidades: mi casa de madera en miniatura, mi costura...
Nos metemos tanto en nuestra rutina que ya no contamos el tiempo por días sino por temas o asignaturas. La verdad es que yo solía bailar, me gustaba andar y nadar en verano. Estaba en forma. Me pasaba los veranos trabajando o haciendo manualidades: mi casa de madera en miniatura, mi costura...
Pero lo peor no es eso. Lo peor es que en el medio del camino tampoco ves lo que viene después. Estas en punto muerto. En stand by. Anclada. Viendo la vida pasar mientras la gente de tu quinta evoluciona, se va a vivir en pareja, trabaja mas de 3 meses al año, se compran coches o el carrito del bebe...
La mayor parte de la gente piensa que esto solo es estudiar, estuiar y estudiar, pero la verdad es que no es así, o al menos no solo eso.
A mi eso es lo que menos trabajo me cuesta, estudiar aunque sean 12 horas al día. Lo que mas me cuesta y peor llevo es que eso hay que hacerlo todos los días, sin que existan fines de semana, festivos, cumpleaños... solo un dia a la semana, que aunque en el calendario es el domingo, resulta que es el que las circuntancias manden.
A mi eso es lo que menos trabajo me cuesta, estudiar aunque sean 12 horas al día. Lo que mas me cuesta y peor llevo es que eso hay que hacerlo todos los días, sin que existan fines de semana, festivos, cumpleaños... solo un dia a la semana, que aunque en el calendario es el domingo, resulta que es el que las circuntancias manden.
No es un tirón ni un sprint que se acaba y ya viene el verano.
Bueno, viene el verano, el otoño, el invierno, la primavera, y según como te vaya, repites. Yo sigo en el mismo sitio: mi silla. Y no estoy de forma tranquila sentadita, no. Estas como si siempre fueras tarde, como si lo hubieras dejado todo para última hora, con el agobio del que no ha estudiado cuando podía y le ha pillado el toro. Y así todos los días. Mas la presión de no poder ponerte ni siquiera enfermo. Ni triste. Ni decir que no puedes, porque los pensamientos negativos se vuelven en tu contra. Infectan tu mente y lo hacen realidad. No. Tienes que seguir porque los objetivos hay que cumplirlos, y da igual que hayan pasado los minutos, horas o los días. Incluso tu vida. Y si sales a comprarte un boli, sales con la sensación de haberte fugado de algun sitio. Como si te persiguieran y te fueran a gritar de un momento a otro por la calle: eh tu! ¿qué haces que no estas estudiando?
Bueno, viene el verano, el otoño, el invierno, la primavera, y según como te vaya, repites. Yo sigo en el mismo sitio: mi silla. Y no estoy de forma tranquila sentadita, no. Estas como si siempre fueras tarde, como si lo hubieras dejado todo para última hora, con el agobio del que no ha estudiado cuando podía y le ha pillado el toro. Y así todos los días. Mas la presión de no poder ponerte ni siquiera enfermo. Ni triste. Ni decir que no puedes, porque los pensamientos negativos se vuelven en tu contra. Infectan tu mente y lo hacen realidad. No. Tienes que seguir porque los objetivos hay que cumplirlos, y da igual que hayan pasado los minutos, horas o los días. Incluso tu vida. Y si sales a comprarte un boli, sales con la sensación de haberte fugado de algun sitio. Como si te persiguieran y te fueran a gritar de un momento a otro por la calle: eh tu! ¿qué haces que no estas estudiando?
También pasa que sales a la calle y siempre acabas diciendo lo mismo (o los de tu casa): "Sí, como siempre: estudiando para variar", "Sí he salido para despejarme un ratito", "Bueno ya vendrán tiempos mejores" .... eso si no te preguntan cuantos temas tienes, o como te lo estudias o cuanto te queda, y la pregunta del millón: ¿pero cuando vas a acabar? en esa pregunta me cae el típico goteron que le ponen a los dibujos en sus cabezas, además de sentirme super ligera, porque se me ha caido el alma a los pies.
Luego está el tema "conciliación familiar, pareja, amigos".
Es muy dificil compaginar la vida social con la no-vida social que te queda. Muchos no entienden que no tienes tiempo ni para comer, o que las relajadas duchas en las que te ponías hasta crema en piel de sitios reconditos, han pasado a ser duchas rápidas mientras se hace la cena o acaba de salir la cafetera. Que no puedes, y no es que no quieras.
Uno mismo también cambia como persona y no te apetecen las mismas cosas. Antes estabas todo el día en casa haciendo "como que" estudiabas, "como que" atendías y aun así, te quedaban ganas de salir y relacionarte. Ahora como ya no haces "como que" sino que te partes los cuernos, cuando acaba el día realmente siempre no tienes ganas de seguir "esforzándote" en recomponer tu cuerpo atrofiado y embutirlo en unos pantalones que te recompongan ese culo aplanado que un dia tu abuela te pellizcaba diciendo "¡que carnes mas duras!". Igual que con tu vida social, él tambien se ha ido.
A lo mejor te apetece estar en silencio, o sola, pero tampoco puedes, porque el resto te pregunta y no entienden que cuando dices que no te pasa nada es eso solamente, que no quieres que te pase nada, ni siquiera el aire por la cara; o te apetece estar con alguien en concreto. Pero todos quieren estar contigo, porque sólo tienes ese momento, que no es que estes tranquila, es que no estas rodeada de folios.
Te haces egoista desde el punto de vista de los demás. Pero no es egoista, es selectiva. Tengo que elegir a qué dedico el tiempo que tengo y obviamente cuando todo depende de tu capacidad para estudiar, al primero que hay que cuidar es a uno mismo.
Luego aparece, no se si el angel o el demonio de turno al otro lado (uno de los dos) y cada uno encontrado al otro, que empieza a decirte que llevas 12h desaparecida de la vida social, que tu padre te necesita para que le ayudes con cosas en no se qué, y tu madre que te espera para que eches una mano en otras de no se cuanto. Que colabores en eso que es tu casa, y más parece un hotel, y claro, ¿cómo vas a negarte? encima de que no estudias, que ya es tiempo que inviertes en tí, ¿cómo el que te sobra lo vas a seguir invirtiendo en tí?. Y si tienes pareja, incluye eso que todas las noches te viene a la cabeza ¿cómo sobrevive una relación a esto? ¿cómo se hace para que no vaya a pique?. Por eso ahora te niegas a hacer cosas que antes habrías hecho con algo de esfuerzo, porque simplemente no puedes más. Y entonces te paras, piensas en los demás, y algunas de ellas que habías dicho no, se vuelven sí. No eres bipolar (pese a que algunos lo piensen), es que ha venido tu amiguita "culpa" a visitarte.
Es muy dificil compaginar la vida social con la no-vida social que te queda. Muchos no entienden que no tienes tiempo ni para comer, o que las relajadas duchas en las que te ponías hasta crema en piel de sitios reconditos, han pasado a ser duchas rápidas mientras se hace la cena o acaba de salir la cafetera. Que no puedes, y no es que no quieras.
Uno mismo también cambia como persona y no te apetecen las mismas cosas. Antes estabas todo el día en casa haciendo "como que" estudiabas, "como que" atendías y aun así, te quedaban ganas de salir y relacionarte. Ahora como ya no haces "como que" sino que te partes los cuernos, cuando acaba el día realmente siempre no tienes ganas de seguir "esforzándote" en recomponer tu cuerpo atrofiado y embutirlo en unos pantalones que te recompongan ese culo aplanado que un dia tu abuela te pellizcaba diciendo "¡que carnes mas duras!". Igual que con tu vida social, él tambien se ha ido.
A lo mejor te apetece estar en silencio, o sola, pero tampoco puedes, porque el resto te pregunta y no entienden que cuando dices que no te pasa nada es eso solamente, que no quieres que te pase nada, ni siquiera el aire por la cara; o te apetece estar con alguien en concreto. Pero todos quieren estar contigo, porque sólo tienes ese momento, que no es que estes tranquila, es que no estas rodeada de folios.
Te haces egoista desde el punto de vista de los demás. Pero no es egoista, es selectiva. Tengo que elegir a qué dedico el tiempo que tengo y obviamente cuando todo depende de tu capacidad para estudiar, al primero que hay que cuidar es a uno mismo.
Luego aparece, no se si el angel o el demonio de turno al otro lado (uno de los dos) y cada uno encontrado al otro, que empieza a decirte que llevas 12h desaparecida de la vida social, que tu padre te necesita para que le ayudes con cosas en no se qué, y tu madre que te espera para que eches una mano en otras de no se cuanto. Que colabores en eso que es tu casa, y más parece un hotel, y claro, ¿cómo vas a negarte? encima de que no estudias, que ya es tiempo que inviertes en tí, ¿cómo el que te sobra lo vas a seguir invirtiendo en tí?. Y si tienes pareja, incluye eso que todas las noches te viene a la cabeza ¿cómo sobrevive una relación a esto? ¿cómo se hace para que no vaya a pique?. Por eso ahora te niegas a hacer cosas que antes habrías hecho con algo de esfuerzo, porque simplemente no puedes más. Y entonces te paras, piensas en los demás, y algunas de ellas que habías dicho no, se vuelven sí. No eres bipolar (pese a que algunos lo piensen), es que ha venido tu amiguita "culpa" a visitarte.
Pero no todo es tan malo. Voy a decirte también que he aprendido, y mucho.
He aprendido a aceptar mis limitaciones. Lo de pelear mis miedos estoy en ello. He aprendido a estar sola y conmigo misma, a quererme en mis dias buenos y en los malos y en los del medio. He aprendido a asumir el fracaso, una, dos, tres, y las que sean necesarias, porque es una posibilidad, pero aun no ha llegado a ser una opción. He aprendido que el mejor regalo que le puedo hacer a alguien es mi tiempo y por tanto valoro mucho el tiempo que los demás invierten en mi también.
Además me he convertido en autónoma. Soy mi propia jefa, elijo mi propio uniforme y puede ser ese pijama de Mickey Mousse agujereado que con 3 años me estaba grande y con 26 me queda cortito pero está tan dado de sí y tan pasado que lo hace ser el mas cómodo de todos, o un vestido que antes te pondrías para unas tapas, que lleva mucho tiempo guardado en el armario y no está tan mal para ir a la bibilioteca.
Pero precisamente por todo esto, hay que tener mucha autodisciplina y tener muy claro el motivo de la decisión, para que nada te afecte, en la medida de lo posible, y esto ya te digo, que es imposible.
Pero precisamente por todo esto, hay que tener mucha autodisciplina y tener muy claro el motivo de la decisión, para que nada te afecte, en la medida de lo posible, y esto ya te digo, que es imposible.
Puede que te des cuenta de que tu no quieres esto y abandones, o que te llena mucho mas de lo que pensaste y que tus limites estaban mas lejos de lo que creias y sigas. Pero, en cualquier caso, acabarás descubriendo tus limites o que no tienes. Sólo por eso ya merece la pena pasar por esto.
Es como un pacto en el que yo vendo estos años de mi vida, que estan pasando como simple expectadora de ellos, y tu me das la vida que quiero.
Y te dicen que desconectes, como si fueras una máquina. Porque es eso lo que quieren que seas al fin y al cabo (basta con mirar los tochos que debes saberte al dedillo). Se exige que des todo lo que tienes y cuando se te acabe, que te lo inventes, pero que sigas en marcha.
Paradojicamente, es un proyecto que requiere que te mates con todas las ganas de vivir, pero renunciando a esto.
Solo los sueños nos mantienen vivos.
Lo mejor que te puede pasar en la vida es que decidas ir en busca de tus limites, porque entonces te daras cuenta de que no existen.
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