No importa lo fuerte que seas, la vida siempre deja cicatrices que nos siguen a casa y lo cambian todo, poniéndolo patas arriba.
Pero quizás, ese es el objetivo de todo el dolor, el miedo y los problemas.
Quizás el pasar por todo ello es lo que nos hace que sigamos adelante y es lo que nos empuja. Y quizás tenemos que rompernos un poco antes de poder dar un paso definitivo al frente.
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