sábado, 30 de noviembre de 2019

Ojalá tú siempre



Ojalá nunca olvidemos quiénes somos, cómo nos llamamos, dónde estamos.
Ojalá no confundamos un hospital con un hotel, ni una enfermera con una hija que sale de fiesta.
Ojalá no contemos la misma historia cada tres minutos, ni pensemos que quien se fue hace tiempo ya no viene a visitarnos.
Ojalá no perdamos el casete de los recuerdos recientes y solo escuchemos el vinilo de una infancia.
Ojalá no lleguemos a ese punto, tan cruel como doloroso; que no se nos empañen los ojos y nos tiemblen las manos por no conocer a quien nos dedica una sonrisa, pero no ponemos cara, ni nombre.

Ojalá no nos dejemos los recuerdos, lo único que tenemos, lo único que nos llevamos, olvidado en algún lugar al que todos llaman alzhéimer.