No te olvides del día que nos conocimos, del primer momento en que me hablaste y pensaste que igual, sería el último.
No te olvides del día que descubriste todas las cosas que me hacen reir y las hacías, y de mis días tristes que tú consolaste sin saber muy bien por qué.
De cada pequeña pelea y gran reconciolianción, de mis pocos celos y mi mucho orgullo.
De la primera vez que me dijiste que me querías así, tan de repente e improvisado... tan de verdad y tan de vértigo, y del día que dejaste de ser "mi cosa", porque yo nunca fui muy diestra en palabras habladas o expresadas.
No te olvides de cuando te hago enojar y de cada bocado que te doy porque de verdad, te comería a pesar de que no te guste. De aquellas madrugadas hablando de todo y de nada; de lo muncho que te extrañé cuando no estabas al lado aunque te estuviera vendo por una pantalla cuando estaba lejos.
No te olvides que te queiro y que siempre lo haré.