Sueño con todo lo que está por venir o lo que quizás ha llegado ya y no he sido capaz de verlo.
Sueño con lo que de verdad merezco porque, si no es ahora, acabará llegando y demostrándome que no soy yo la que marca los tiempos.
Sueño con recobrar fuerzas, con olvidar preocupaciones y afrontar los retos que yo me quiera marcar.
Sueño, porque de siempre, la ilusión es la que me ha hecho capaz.