Perderse y encontrarse.
Cuando desconectes la parte del cerebro que quiere controlar todos los puntos del mapa y te dejes llevar por un río subterráneo que haga aparecer todos los posibles invisibles, justo en ese preciso momento decidirás creer.
Creer que encontrarás las montañas y que volverás a arriesgar en cada subida a riesgo de caída, a reír, a abrazar en silencio, a respirar ese lugar que nunca has visitado, nunca hoy, nunca ahora, nunca aquí contigo mismo.
Creer que querrás quererte de esa otra manera.
La que te hace mas libre, diferente y en compañía. La que busca todo lo que te une y no lo que te separa, porque es solamente así que no te separara nada, ni lo que tu crees, ni lo que tu creías, ni lo que creerás mañana o dentro de un minuto.