Ninguno de vosotros ha elegido estar aquí. Pero lo estáis.
Cada uno de vosotros ha sido elegido para luchar, no para rendirse. El miedo no existe. Qué digo no existe, ¡el miedo nos lo untamos por las mañanas en las tostadas y nos lo comemos!.
Aquí nadie está triste, por que, ¿sabéis lo que hacemos con la tristeza? Reírnos de ella.
Si el enemigo nos dice que es fuerte, nosotros le gritamos en la cara: ¡lo somos más!.
Solo conocemos una dirección: hacia delante.
Así que coged vuestras armas, apretad los dientes y salgamos a ganar esta maldita guerra.
Haciendo lo que mejor sabemos hacer:
JUGAR