sábado, 31 de diciembre de 2011

A tí, 2O11:







... que me hiciste comenzar el año entre amigos, con los de siempre, y haciendo las paces con mi propio orgullo y único asunto pendiente.
... que me presentaste el miedo, la ilusión y el ensayo, de lo que sería mi gran meta durante todo ese año, a partir de aquel dia 29 de Enero.
... que otro 14 de Febrero me hiciste creer en el amor, pero no en el atine de las flechas de Cupido.
... que confíe mis ganas y toda mi ilusion por mi unico sueño, en personas que me enseñarían 9 meses después, que quizás, no sea mi momento
... que me enseñaste el dolor de las emociones fuertes y la lucha interior ante las malas noticias.
... que fuiste "comiendote" por esa causa, todos los días marcados del calendario, empezando por el mes de Abril.
... que dejaste en Mayo las primeras secuelas de lo que sería aquella larga batalla que se antojaba Mundial.
... que bajaste del tren a pasajeros que pensaba seguirian a mi lado mucho mas tiempo, y sin embargo, no dejaron ni su aliento para hacer de contrafuerte en los malos momentos.
... que me hiciste de nuevo comerme el mundo y llevarle la contraria a un tribunal completo, a cambio de un 8'5 y el sentimiento de haber vencido la íntima guerra fría que mantenia vivo al corage de no darme por vencida.
... que te llevaste a las alturas, al mayor ANGEL que puede cuidar de nosotros, de la forma mas injusta y en el momento mas inesperado. Sabes que siempre pensaré, que te equivocaste al quitarla de nuestras vidas.
... que me diste trabajo, cuando casi 5.OOO.OOO de personas lo hemos ido perdiendo durante los ultimos meses.
... que me enseñaste la caísa de las hojas en otoño, a la par que caían, su cabellos, sus ganas y sus fuerzas.
... que me fuiste poniendo barreras para hacerme a la idea de que sería mejor aparcar mi sueño, por unos meses más.
... que me has hecho ver caido a los que fueron columnas de mi propia persona y existencia.
... que me has enseñado que familia no hay mas que una, y nunca me equivoqué al encuadrarla.
... que me confirmaste aquello de que los amigos se eligen y cuentan con los dedos de una mano y te sobran, y me hiciste darme cuenta que una, siempre me acompaña en el silencio como si fuera una sombra, y otro, vuela conmigo hacia aquella segunda estrella a la derecha de aquel país que solo los dos estendemos, haciendose en determinadas ocasiones, un poco imprescindible de mi vida.
... que no contento con quitarme el sueño tranquilo y reparador, hiciste que pasara las noches en vela, esperando el momento inoportuno y relampago, de tener que despedirme, de quien con sus miradas, entendía cada una de mis lagrimas.
... a tí, que igualmente, me devolviste las lagrimas de felicidad que pocos vieron, trayendomelo a casa.
... que a ultima hora te has salido con la tuya y consiguiendo que caiga un poco herida, como factura a pagar de cada una de tus trampas esquivadas.


... pero sobre todo, A TÍ, 2O11, que me has hecho tan fuerte, tan dura, tan sumamente fría y madura, durante todo este tiempo, porque gracias a tí, ahora puedo mostrar todo ese calor, que no me permitiste dar en su tiempo, a aquellos que ahora, lo valorarán con creces; amén, de poder compartirlo con:
... él, que en este bache que tiene, encuentra un parche en nosotros,
... en ellas, que con su inocencia e ingenuidad, siguen llevandome a volar lejos.
... con él, que sigue bajo la misma mesa, en su mismo lugar, escuchandome con sus ojos, y entendiendome con sus caricias
... con papá, que siempre será mi héroe
... y especialmente con mamá, por permitirme, a pesar de todo, acabar el año y empezarlo, abrazandola.


Gracias, y enormemente feliz, de haberte despedido